 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
Pol Espargaró ha probado 18 chasis distintos desde que se subió por primera vez a la KTM RC16 en el test de Valencia 2016. La fábrica austriaca sigue trabajando en el desarrollo del prototipo durante su primera temporada en MotoGP y el chasis tubular de acero es uno de los puntos clave.
KTM ha vivido distintas etapas desde que disputó su primer Gran Premio en la categoría reina en el Circuito Ricardo Tormo. Aquella actuación estuvo marcada por una notable falta de grip en el tren trasero, y desde entonces han pulido las prestaciones de una moto que, según el menor de los Espargaró, es "muy buena" en las frenadas. El principal hándicap en la actualidad es el paso por curva.
Durante las primeras carreras del año, uno de sus grandes problemas fue la aceleración, aunque encontraron una solución en forma de motor big bang (conocer más).
Parece que los austriacos se están consolidando en las posiciones cercanas al top diez. De hecho, Pol consiguió en Brno su mejor resultado: una novena posición. En Austria, un problema mecánico le impidió disputar la carrera local de KTM, pero volvió a firmar una actuación sólida en Silverstone, donde cruzó la meta undécimo.
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Esta progresión que el #44 ha conseguido gracias a las mejoras técnicas contrasta con las dificultades que vive su compañero de box, Bradley Smith. El Red Bull KTM Factory Racing ha decidido mantener el contrato que les une hasta finales de 2018, pero le han advertido: necesitan una mejora de sus resultados.
En lo que va de curso, el británico solo ha sido capaz de sumar 8 puntos. Su mejor resultado es una 13ª plaza, y en la clasificación del campeonato es el penúltimo piloto regular, solo por delante de Sam Lowes.
Para ayudarle a dar un paso adelante en su rendimiento, KTM decidió cambiar de jefe técnico. Desde el test de Misano, previo a Silverstone, Smith trabaja con el ingeniero español Esteban García.
