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Los retos para 2016 (I): Jorge Lorenzo | SMGP

Publicado el 18/01/2016 en Motociclismo

Por Cristian Ramón Marín
@Crms74 | Google+

Jorge Lorenzo se proclamó campeón de MotoGP por tercera vez un 9 de noviembre de 2015, tras el final más dramático que un mundial de MotoGP ha tenido en años. Con este triunfo, el mallorquín entró en un exclusivo club de pilotos pentacampeones del mundo (Mick Doohan, Phil Read, Ángel Nieto...) tras enfrentarse al Valentino Rossi más experimentado, que alcanzó una consistencia propia de la leyenda deportiva que es. El español fue piloto más rápido sobre una MotoGP en 2015 y lideró de principio a fin las siete carreras que ganó, aunque también añadió más ceros a su casillero que Rossi y se quedó fuera del podio en seis ocasiones, por solo tres del italiano.

Pongámonos en contexto: Jorge Lorenzo lideró 274 de las 448 vueltas (es decir, más del 60%) que los pilotos de MotoGP dieron durante los 18 Grandes Premios de 2015. Sus siete triunfos tuvieron un guion calcado: el de Yamaha protagonizaba una salida de manual y se colocaba en cabeza para imponer su ritmo y gestionar la ventaja hasta que caía la bandera a cuadros.

Sin embargo, las once pruebas en las que no fue capaz de imponer su ley fueron diferentes. Muy diferentes. En Qatar, parte del forro interior de su casco se desprendió y le impidió pilotar su M1 con normalidad tras liderar la primera mitad de la carrera. En su momento, diversas voces desconfiaron sobre la veracidad de las palabras de Jorge, y sea cual sea la verdad, lo cierto es que se quedó fuera del podio mientras Rossi subía al cajón más alto. Empezaba la campaña con una desventaja de 12 puntos.

Después llegó la bronquitis de Austin (4º), justo antes de un cometer un error en la elección de los neumáticos que le hizo salir de Argentina con el mal sabor de una 5ª posición y 29 puntos por detrás de su compañero de equipo. 

En Jerez todo cambió, y desató una racha de cuatro victorias incontestables (España, Francia, Italia y Cataluña) que terminó en Assen aquel día en que la chicane del circuito holandés ofreció a los espectadores uno de esos finales de carrera extraños y polémicos que tantos comentarios generan. Valentino ganó tras recorrer varios metros por la grava en la última curva y Márquez acabó segundo. Lorenzo, que había llegado con los mismos puntos que Rossi a la cita de Assen, fue tercero. Y en Alemania, dos semanas después, se quedó a las puertas del podio. Simplemente, sus rivales fueron más rápidos que él en estas dos últimas ocasiones.

En el siguiente Gran Premio, el casco le volvió a jugar una mala pasada. Un un ambiente de frío y la lluvia típico de Silverstone como factor determinante para la carrera del domingo, un error le jugó una mala pasada a Jorge y sus asesores: decidieron no montar la máscara antivaho y las consecuencias fueron tan nefastas como en Losail: de nuevo, Jorge terminó fuera del podio.

A este mal resultado para el campeonato, hay que sumarle la caída que tuvo sobre el asfalto de San Marino, en aquel domingo dramático en el que el asfalto se mojaba y se secaba de forma intermitente. El mallorquín, una vez con los slicks montados en su Yamaha, tiró demasiado al ver que Redding le adelantaba con facilidad, y una caída en territorio de Rossi (5º) le ponía el campeonato en contra. Tocaba remontar en el último tramo de la temporada.

Un final épico, un final polémico

Una victoria incontestable en Aragón dio alas a Jorge. El hasta entonces bicampeón de MotoGP le robó 9 puntos a Rossi gracias a una actuación memorable de Pedrosa y aguantó el tipo en Japón (3º), donde desgastó demasiado los neumáticos al principio de la carrera, para después aprovechar su ritmo en Australia (2º). Rossi, que seguía siendo consistente, se mantenía al frente de la general, como había hecho desde la primera prueba del año. Pero los pilotos del Movistar Yamaha llegaban a Sepang separados por once puntos, tras el mordisco del español en Phillip Island (Rossi fue 4º). El paddock respiraba una calma tensa ante el final de temporada que se preveía y, en ese momento, Valentino, abrió la caja de los truenos, acusando a Márquez de favorecer a su compatriota en la lucha por la corona de MotoGP. Todo cambió en la sala de prensa de Sepang.

El cruce de declaraciones e intenciones desembocó, como ya es sabido, en el #SepangClash, y la sanción a Rossi condicionó la última cita del mundial. En cierto modo, la fiesta que se esperaba no fue tal fiesta. Algunos celebraron, otros insultaron y un mínimo sabor amargo recorría las papilas gustativas de casi todos los aficionados que llenaron las gradas del Ricardo Tormo. 

En cualquier caso, los expertos coincidían: Jorge merecía el campeonato. Incluso la prensa italiana lo admitía. “En las carreras gana uno y ganó merecidamente Jorge Lorenzo”, recordaron en Motoblog.it. Era innegable. 

Y en 2016, ¿qué?

Con los cambios en el reglamento técnico, la próxima temporada se presenta apasionante. Suzuki, con Viñales segundo y Espargaró cuarto durante el #ValenciaTest, demostró que ha dado un paso al frente con los Michelin. Márquez y Dani, primero y tercero, también se hicieron notar en unos entrenamientos marcados por las caídas relacionadas con el tren delantero.

Jorge Lorenzo acabó 5º el #ValenciaTest, a 0.222 segundos de Marc Márquez. Foto: MotoGP.com

Casi todos los pilotos coinciden en que ese problema de grip en el neumático de delante no significa que este sea malo. El problema es que el trasero tiene tanto grip que empuja constantemente y lo somete a una gran presión. Esa sensación, desconocida con los Bridgestone, es el primer reto que Jorge deberá afrontar para revalidar su título de la categoría reina, algo que no ha conseguido en las dos ocasiones anteriores.

En Valencia, Lorenzo pudo conocer el comportamiento de las nuevas gomas y adaptar el set-up (distribución de pesos, geometrías…) a ellos. Sin embargo, Yamaha no estuvo presente en el test posterior de Jerez y tendrá que esperar a los primeros entrenamientos de 2016, que se celebrarán en Sepang a principios de febrero, para trabajar con los técnicos de Michelin y adaptarse a las nuevas sensaciones. El primer reto está claro.

El segundo también parece evidente, y tiene que ver con la electrónica. Según Jorge, el control anti-wheelie (anticaballitos) es “bastante inconsistente a veces”. Este aspecto es, de hecho, uno de los más importantes para el balear, puesto que todas sus victorias en 2015 se trabajaban a partir de una salida casi perfecta. Sus peticiones para 2016 están claras: “Me gustaría tener más anti-wheelie. Y esta electrónica no te da el mismo apoyo que la versión antigua, es más libre, derrapa más, es más inconsistente, la moto se mueve más. En estas tres áreas me gustaría mejorar”. 

Según David Emmett, editor de Motomatters, es “improbable” que las peticiones del campeón de 2015 sean cumplidas en todos los aspectos, puesto que “no hay planes en este momento para expandir radicalmente las funcionalidades de la electrónica común”. Y recuerda, además, que según Corrado Cecchinelli, director tecnológico de Dorna, los equipos han usado hasta ahora poco más 10% de su potencial. Parece que es cuestión de trabajo y de probar hasta dar con la fórmula adecuada. 

En este sentido, es importante tener en cuenta que Jorge es uno de los pilotos que, por su estilo, necesita más electrónica. Los oídos expertos de Wilco Zeelenberg incluso pueden escuchar cómo actúa el control de tracción.  Tiene por delante un gran trabajo sobre la ECU y el software Magneti Marelli si quiere mantener el nivel y centrarse únicamente en aquello que le dio el título: pilotar con finura y sin cometer apenas errores cuando todo está en su sitio.

El tercer reto es, probablemente, el más abstracto. Y puede que el más ambicioso. En las dos ocasiones anteriores en que Jorge se proclamó campeón de MotoGP (2010 y 2012), nunca consiguió revalidar el título. No obstante, Jorge ya está en la exclusiva lista de pentacampeones del mundo, y podría incorporarse a un Hall of Fame no oficial en el que aparecen nombres como Marc Márquez, Giacomo Agostini, Eddie Lawson, Wayne Rainey o Michael Doohan. Otros, como Freddie Spencer o Casey Stoner, se quedaron a las puertas. 

El cuarto reto tiene que ver con los rivales. Valentino ha avisado: 2015 no era su última oportunidad para conseguir su décimo título mundial y en 2016 llegará con el hambre propia del campeón que es. Asegura que podrá estar al mismo nivel, y si consigue mantener la regularidad, habrá que tenerlo muy en cuenta.

Márquez, por su parte, querrá resarcirse de una temporada agridulce, en la que ha tenido algunos momentos brillantes (Sachsenring o Phillip Island, por ejemplo) y otros para olvidar (Argentina y Sepang). En el test de Valencia demostró que puede ir rápido con los Michelin y la electrónica común, aunque parece que Honda debe corregir ciertos aspectos del motor, puesto que todavía es excesivamente agresivo, aunque no a niveles de la pasada campaña. 

En 2016, la lista de contrincantes con los que Lorenzo deberá pelear es más larga que nunca: Suzuki ha dado un paso adelante y no se puede descartar que en determinados Grandes Premios luchen por el podio; las Ducati, con el proyecto de Gigi Dall’Igna avanzando poco a poco y Casey Stoner como piloto de pruebas, también se han marcado el objetivo: dos victorias. Por no hablar de Scott Redding, que a lomos de una GP15 del equipo Pramac se marchó al frente de la tabla de tiempos en el último test de Jerez.

Tampoco conviene olvidarse de Dani Pedrosa. Su contrato con HRC expira a finales de año y el futuro del catalán para 2017 está en el aire. Su nombre ha sonado para Suzuki y, sobre todo, para KTM, que regresará en el Gran Premio de Valencia de 2016. No obstante, todo son habladurías. 

De cara al próximo año, ya se ha confirmado que Jorge Lorenzo cambiará su proveedor de cascos y utilizará Shark. El pentacampeón demostró que los cambios le funcionan bien cuando, a mediados de 2014, salió de su zona de confort y se puso en manos de Marc Rovira, su actual preparador físico, y empezó a gestarse uno de los mejores años del deportista, que ha acabado con la tercera placa en el trofeo de campeones de MotoGP con su nombre. En el pasado, la ruptura con su antiguo manager, Dani Amatriain, también le permitió afrontar sin distracciones extradeportivas su primera etapa en MotoGP. Jorge ha manejado muchísimas situaciones difíciles que le podrían haber pasado una gran factura, pero en 2015 ha demostrado una mentalidad muy fuerte y ni siquiera el huracán que desató el #SepangClash afectó a su rendimiento en Valencia, donde marcó una pole de récord y dominó la carrera de principio a fin. El reto más ambicioso parece, por tanto, el más simple: debe mantenerse en la misma línea si quiere conservar su corona en 2016.

Tags: retos, 2016, Jorge Lorenzo, MotoGP, reportaje MotoGP.


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