Se acabó el sueño de ver el mítico dorsal 46 peleando por el Mundial de Resistencia la próxima temporada. La aventura de Valentino Rossi en el FIA WEC -Mundial de Resistencia- ha llegado a su fin, al menos tal y como la conocíamos hasta ahora. BMW ha decidido reestructurar por completo su alineación para la categoría LMGT3 y, en este cambio de cromos, el sacrificado ha sido precisamente la leyenda de MotoGP.
El equipo WRT ha confirmado lo que ya se venía rumoreando por el paddock: el italiano no formará parte de su escuadra en 2026. Parece que fue ayer cuando el de Tavullia se bajó de su Yamaha M1 para probar suerte en serio con las cuatro ruedas. Desde 2022, Rossi se lo ha tomado muy en serio, llegando a convertirse en todo un piloto de fábrica de BMW. Su debut en el WEC llegó en 2024 y, la verdad, no tardó en demostrar que el talento para trazar curvas no entiende de manillares o volantes.
Sin embargo, los despachos mandan y la estructura belga ha optado por renovar aires. El BMW M4 GT3 que hasta ahora lucía el icónico amarillo flúor desaparecerá de la parrilla para dejar paso al dorsal número 69. Los encargados de domar esta bestia serán Anthony McIntosh, Dan Harper y Parker Thompson.
Una decisión técnica que deja a Valentino compuesto y sin asiento en el campeonato mundial, justo cuando su contrato de tres años con la marca bávara llega a su fin este diciembre.
Es una lástima, porque 'El Doctor' nos había regalado momentos de auténtica calidad. Su idilio con el circuito de Imola fue evidente: allí logró su primer podio en su segunda carrera del WEC y, ya en 2025, repitió con un segundo puesto que supo a poco.
De hecho, ese día tuvo la victoria en la palma de la mano, pero un toque con otro rival y la consiguiente sanción le privaron de estrenar su casillero de victorias en el mundial. También en Fuji demostró su valía con otro tercer puesto, dejando claro que ritmo no le faltaba.
Quizás la espina más grande que se lleva de esta etapa sea Le Mans. Las 24 Horas son crueles y con Rossi no hicieron una excepción. Este año, tras una clasificación espectacular que puso al equipo WRT como claro candidato a ganar en LMGT3, la noche francesa dictó sentencia. Un fallo eléctrico dejó al coche en una situación límite: el equipo reportó que el vehículo se había vuelto inseguro para conducir, obligando a un abandono doloroso por segundo año consecutivo en La Sarthe.
A pesar de este desenlace en el WEC, el italiano no ha dejado de dar gas. Mientras se cocinaba su salida del mundial, Rossi ha seguido sumando éxitos en otras pruebas de resistencia. Sin ir más lejos, antes de la cita final en Bahréin, fue pieza fundamental para llevarse la victoria en las 8 Horas de Indianápolis y también se subió al cajón en las 12 Horas de Bathurst.
Durante buena parte de este 2025, Valentino no ocultó su deseo de subir un escalón más. Su objetivo era probar suerte en la categoría reina, los Hypercar, pero BMW parece tener otros planes para sus prototipos y esa puerta no se ha abierto. La marca ha preferido mantener la estabilidad en su otro coche de GT3, el número 32, donde regresará Darren Leung para formar equipo con Augusto Farfus y Sean Gelael.
Leer también: Se acabó la paciencia en HRC: así es la revolución interna que Alberto Puig ha confirmado para 2026
Entonces, ¿qué va a pasar con Rossi? Aunque BMW no ha soltado prenda oficialmente sobre el destino final del italiano, todo apunta a un regreso a un terreno conocido y algo más amable: el GT World Challenge Europe. Es un campeonato donde Valentino ya sabe lo que es ganar -tiene tres victorias al sprint en su haber- y donde la exigencia de viajes es algo menor que en un mundial, dándole la oportunidad de centrarse más en dirigir su equipo en MotoGP.
