Si alguien en Borgo Panigale todavía tenía la mosca detrás de la oreja por haber dejado escapar a Jorge Martín para vestir de rojo a Marc Márquez, el final de la temporada 2025 se ha encargado de disipar cualquier fantasma. Con el título de MotoGP bajo el brazo y una temporada para enmarcar, en Ducati respiran tranquilos.
Davide Tardozzi, el carismático Team Manager de Ducati, ha salido a la palestra no solo para sacar pecho por el campeonato, sino para confesar que se ha quedado de piedra con lo que se ha encontrado de puertas para adentro. Y es que, cuando fichas a un caníbal de la competición como el #93, esperas resultados, pero lo que Tardozzi ha visto va mucho más allá de la telemetría.
Tardozzi ha visto pasar por su box a auténticas leyendas. Ha lidiado con el carácter de Carl Fogarty, la tenacidad de Troy Bayliss, la precisión de Jorge Lorenzo o la inteligencia de Andrea Dovizioso. Sin embargo, lo de Marc juega en otra liga. El directivo italiano ha dejado claro que el impacto del catalán en el equipo ha sido brutal, y no precisamente por lo que hace cuando se apaga el semáforo.
"El lado personal de Marc me ha impresionado aún más que el profesional. Su humanidad, cómo lidera a su equipo, cómo trabaja con sus ingenieros y mecánicos, es algo que nunca había visto antes. Esa es una de sus mayores habilidades", reconocía Tardozzi al micrófono de Motogp.com.
En lo deportivo, el manager tampoco se ha quedado corto, aunque admite que eso ya lo daban por descontado. La perfección en pista ha sido la tónica habitual de un año donde la Desmosedici y Márquez han sido uno solo. "Sobre su faceta profesional no hace falta decir ni una palabra más. Ha estado perfecto en cada momento. Incluso cuando cometía algún error, era capaz de compensarlo de la manera correcta", apuntaba.
Hay que recordar la que se lio el año pasado cuando Gigi Dall’Igna y compañía decidieron apostar todo al rojo con Marc. Las críticas llovieron por dejar salir a talento joven, pero ahora la cúpula ducatista sonríe de oreja a oreja. La apuesta era arriesgada, sí, pero ganadora.
"Estamos muy felices de haber decidido apostar por él el año pasado", sentencia Tardozzi, confirmando que el plan ha salido a pedir de boca. "Estamos muy orgullosos. Marc ha logrado algo grande", añade, cerrando el debate sobre si la elección fue la correcta.
Pero no todo son flores para el equipo oficial. La gente de Gresini Racing sigue demostrando que son una estructura de las que ya no quedan, capaces de pelear de tú a tú con los gigantes. El subcampeonato de Álex Márquez ha sido la guinda a un pastel delicioso. Tardozzi no ha dudado en reconocer el mérito del pequeño de los Márquez, que se ha marcado un año de escándalo con cinco victorias.
"Álex Márquez ha confirmado ser un piloto top. Es un dos veces campeón del mundo, así que no es que sea una sorpresa", comentaba el manager, alabando el ambiente que se respira en el box de Nadia Padovani: "Desde que empezaron con nosotros, Gresini ha demostrado ser un equipo fantástico, porque han ganado carreras todos los años con distintos pilotos. Creo que el feeling que hay dentro del equipo y sus profesionales es algo que solo puede traer consigo victorias y pilotos rápidos".
Y ojo al novato, porque la apuesta de futuro también ha salido rentable. Fermín Aldeguer, por quien Ducati aposto a comienzos de 2024 -cuando todavía le quedaba un año en Moto2-, ha cumplido con creces, sumando una victoria a la causa. "Fermín nos ha sorprendido, invertimos en él al ficharle en enero de 2024, eso quiere decir que confiamos en él. Creo que al final nos ha dado un poco más de lo que esperábamos de él este año", aseguraba Tardozzi.
La nota amarga, si es que se puede llamar así en un año tan dominante para la marca, ha venido del lado del Pertamina Enduro VR46. A pesar de que Fabio Di Giannantonio tenía en sus manos una GP25 pata negra (la única fuera del box oficial), los resultados no han terminado de cuajar. Ni victorias, ni esa regularidad que se esperaba para estar más arriba, acabando terceros por equipos y bastante lejos de los chicos de Gresini.
Aquí Tardozzi ha sido elegante pero claro, lanzando un pequeño dardo a los pilotos, salvando la cara de la estructura de Valentino Rossi: "El VR46 es nuestro primer equipo satélite. Estamos muy contentos con el trabajo del equipo, les cuidamos y nos han demostrado lo profesionales que son".
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El problema, según el italiano, ha estado encima de la moto: "Pero por alguna razón, Franky y Diggia no han rendido del modo que se esperaba durante la temporada. Han tenido algunos altibajos, y eso no le ha dado al equipo lo que merecían, porque el equipo ha trabajado muy bien".
