Honda tiene una de esas historias que solo aparecen de vez en cuando: una Dream CB50R completamente nueva, sin estrenar y todavía en su caja original, acaba de salir a subasta. Un pequeño tesoro que, pese a su cilindrada mínima, resume buena parte del ADN de la marca.
La Dream nació en 1997 como homenaje al 50º aniversario de Honda y como guiño directo a los primeros modelos Dream fabricados entre 1949 y 1959. La variante R iba un paso más allá: imitaba el espíritu de la mítica CR110, añadía más potencia, un enfoque de circuito y una producción extremadamente limitada. Y esa mezcla la convirtió casi al instante en pieza de coleccionista.
Honda trajo la CB50R a Europa en 2004, aunque en números ridículos. De hecho, solo se construyeron 440 unidades sin homologación para carretera. Su motor de 49 cc, un monocilíndrico DOHC afinado por HRC con mayor compresión, muelles de válvula más duros y un carburador más grande, entregaba 7 CV a 13.500 vueltas. El corte llegaba a 14.500 rpm y, gracias a un peso de apenas 78 kg y una caja de 6 marchas muy cerrada, podía rozar los 90 km/h. En su momento era, directamente, una mini-replica de competición.
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La unidad que ahora sale a subasta procede de 2007 y se encuentra en Países Bajos. Iconic Motorbikes, la casa americana especializada en motos de colección, es quien gestiona la puja. A finales de noviembre las ofertas apenas superaban los 2.700 dólares, por debajo del mínimo establecido, algo llamativo tratándose de un ejemplar completamente intacto. Todo el embalaje original está presente: cajas sin decoloración, plásticos sin limpiar y documentación completa, desde contrato de compra hasta albaranes de envío.
El mercado de este modelo ha tenido altibajos. Una Dream CB50R usada llegó a venderse por unos 17.000 euros en 2015, mientras que en 2022 una Dream 50 estándar, también sin estrenar y aún embalada, alcanzó los 34.500 euros. No sería extraño que el vendedor busque repetir una cifra similar, aunque la puja todavía está lejos.
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Para los coleccionistas de Honda, pocas cosas resultan tan simbólicas como esta pequeña deportiva de medio siglo de historia resumido en 49 cc. Una cápsula del tiempo que demuestra hasta qué punto Honda cuidó incluso sus proyectos más diminutos.
