
Llevábamos tiempo escuchando rumores, viendo fotos espía y especulando sobre el siguiente paso de la marca india, pero la espera ha terminado. Royal Enfield ha decidido que el escenario perfecto para ofrecernos un adelanto de lo que está por venir no era el EICMA de Milán, sino su propia fiesta, el festival Motoverse, celebrado en las playas de Goa. Allí, la firma anglo-india ha destapado por fin el tarro de las esencias: la nueva Royal Enfield Continental GT-R 750.
Ojo, porque lo que han mostrado no es todavía la moto que podrás comprar en tu concesionario mañana mismo, sino un aperitivo. Se trata de una versión "Race Spec", un prototipo de competición puro y duro que nos adelanta, casi sin filtros, lo que nos espera en la futura gama de bicilíndricas de mayor cilindrada. Y ya os adelantamos que la cosa promete, porque la marca ha decidido subir el nivel de componentes de forma notable.
Si hacéis memoria, recordaréis que durante el pasado EICMA de Milán vimos algo parecido medio escondido en una caja de madera semiabierta. Aquello fue el aperitivo, pero ahora en India la han sacado a pasear bajo el sol. Esta nueva montura llega para coger el testigo de las actuales Continental GT-R 650 que corren la copa monomarca del fabricante, sirviendo como el laboratorio de pruebas perfecto para afinar el nuevo corazón mecánico de la casa.
Estéticamente, la moto entra por los ojos. Vestida con un carenado parcial de estilo retro y un colín monoplaza con la clásica joroba trasera, la GT-R 750 respira ese aire cafe racer que tanto nos gusta, pero con esteroides. Al ser una moto de circuito, olvidaos de faros, intermitentes o portamatrículas; aquí todo se ha reducido a la mínima expresión para ahorrar peso y ganar agilidad, manteniendo esa línea clásica que conecta con la herencia de Harris Performance.
Vamos a lo que importa: la parte ciclo. Aquí es donde Royal Enfield parece haber escuchado las plegarias de muchos usuarios que pedían un poquito más. En el tren delantero nos encontramos con una horquilla telescópica firmada por Showa, mientras que atrás se mantiene fiel a los dobles amortiguadores laterales, una configuración clásica pero que imaginamos vendrá con un tarado mucho más firme y deportivo que en los modelos de calle actuales.

Pero donde realmente se nota el salto cualitativo es en la frenada. Por fin vemos un doble disco delantero en una Royal Enfield de este segmento. El sistema corre a cargo de ByBre, segunda marca de Brembo, y es una evolución lógica y necesaria para detener con garantías a esta nueva máquina.
Para rematar el conjunto, la unidad expuesta montaba neumáticos slick sobre llantas de aleación de 18 pulgadas, con unas medidas de 110/80 delante y un generoso 150/65 detrás.
Bajo el depósito se esconde la joya de la corona: el nuevo bloque de 750 cc. Aunque la marca guarda silencio sobre las cifras exactas en el banco de potencia, la lógica nos dice que superará holgadamente los 47 cv de la actual 650. Los rumores apuntan a una horquilla que rondaría los 55 cv y unos 60 Nm de par motor, gestionados por una caja de seis velocidades y embrague antirrebote.

Todo parece indicar que esta máquina será la protagonista de la próxima temporada de la GT Cup en India. Y tiene todo el sentido del mundo: no hay mejor manera de testar la fiabilidad de un motor nuevo que estrujándolo al corte en cada curva de un circuito.
Además, nos da pistas sobre el equipamiento que podría heredar la versión de calle, como ese posible cuadro de instrumentos TFT que ya hemos visto en la Himalayan 450.
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Ahora toca la parte mala: la paciencia. Aunque la moto ya rueda y se deja ver, la versión matriculable, la que podremos comprar en un concesionario, no llegará a nuestras carreteras a corto plazo. Estamos hablando de que, con suerte, veremos el modelo de producción finales a finales de 2026 o principios de 2027.

