
Jorge Martín terminó el fin de semana de Cheste con un disgusto añadido al 21º puesto en carrera. Mientras disputaba el Gran Premio de la Comunitat Valenciana, alguien se llevó su bicicleta de entrenamiento, una Pinarello de edición especial valorada en unos 20.000 euros. Un robo silencioso, dentro del propio paddock, y en una zona donde cada vehículo que entra está identificado y controlado.
Según adelantó Las Provincias y confirmaron después fuentes del entorno del piloto, el ladrón forzó el compartimento trasero de la autocaravana de Martín, una especie de bodega donde guarda las bicicletas que utiliza para entrenar entre carreras. Allí apareció el hueco: la Pinarello había desaparecido sin dejar rastro. El resto de objetos, algunos también de valor, quedaron en su sitio. Eso hace pensar a su equipo que quien entró sabía exactamente qué estaba buscando.
La seguridad privada del circuito revisa ahora las imágenes de las cámaras para determinar cuándo y cómo se produjo la sustracción. También intervino la Policía, que se desplazó al paddock para tomar declaración y abrir una investigación formal. Lo que sorprende (coinciden fuentes del equipo y personal del paddock) es que alguien haya logrado sacar una bicicleta tan llamativa de unas instalaciones donde todo movimiento está controlado mediante autorizaciones especiales.
El robo habría ocurrido el domingo, en plena jornada de carreras, aunque Martín no fue consciente hasta el día siguiente, cuando revisó el compartimento de la motorhome. El madrileño permaneció en el circuito hasta el martes, como el resto de la parrilla, para los primeros entrenamientos de pretemporada.
La bicicleta sustraída no es un modelo cualquiera. Es una Pinarello de alto nivel, personalizada para el propio Martín y muy reconocible, algo que dificulta enormemente su venta sin alterar piezas o componentes. De hecho, en sus redes sociales es frecuente verle rodando con ella por Madrid o en salidas interurbanas.
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En el paddock de MotoGP, las bicicletas de carretera son parte del día a día. Muchos pilotos las utilizan para entrenar el jueves, durante el reconocimiento de pista, o para hacer trabajo aeróbico entre sesiones. Verlas apoyadas junto a las motorhomes o circulando por los viales internos es habitual. Precisamente por eso el entorno del campeón del mundo no oculta su sorpresa: el ladrón sabía dónde mirar, qué llevarse y cómo hacerlo sin levantar sospechas.

