Benda presenta su nueva Rock 250 CVT 2026, una motocicleta que se presenta bajo una arriesgada propuesta dentro del segmento cruiser de baja cilindrada, ya que fusiona la estética de las motos custom de corte clásico con la mecánica simplificada de los scooters. El objetivo del fabricante es ofrecer una alternativa de movilidad que prescinde del cambio de marchas manual tradicional.
El pilar central de esta Rock 250 es, como indican sus siglas, la Transmisión Variable Continua (CVT). A diferencia de las cruisers convencionales que requieren el uso de embrague y palanca de cambios, este modelo gestiona la entrega de fuerza de forma automática, un sistema diseñado para facilitar la conducción en entornos urbano.
A nivel mecánico, la Rock 250 CVT monta un propulsor bicilíndrico en V de 249 centímetros cúbicos. Este bloque de cuatro tiempos y refrigeración líquida dispone de culatas con tres válvulas y ofrece unas cifras de rendimiento contenidas, adecuadas para el carnet A2. Según la ficha técnica, el motor desarrolla una potencia máxima de 19 kW (25,8 cv) a 9.000 revoluciones, mientras que el par motor se sitúa en 25 Nm al alcanzar las 5.500 vueltas.
Para la transmisión final de la potencia a la rueda trasera, Benda ha optado por un sistema de correa dentada en lugar de cadena. Esta solución suele elegirse en este tipo de motos por requerir un mantenimiento menor, ya que no necesita lubricación periódica, además de contribuir a una marcha con menos ruido y vibraciones mecánicas, algo en lo que también colabora el árbol de equilibrado interno del motor.
En lo referente a la parte ciclo, el chasis de cuna de acero se apoya sobre un conjunto de suspensiones formando, en el tren delantero, por una horquilla invertida, mientras que la parte posterior se confía a dos amortiguadores hidráulicos convencionales. El contacto con el suelo se realiza mediante neumáticos de la marca CST, con medidas de 130/90-16 delante y 150/80-15 detrás.
La seguridad activa de la Rock 250 CVT se refuerza mediante la inclusión de ayudas electrónicas de serie. Dispone de sistema antibloqueo de frenos (ABS) que trabaja en conjunto con una pinza radial de cuatro pistones en la rueda delantera. También incorpora un sistema de control de tracción (TCS) desconectable, diseñado para evitar el deslizamiento de la rueda trasera en superficies con baja adherencia.
El diseño exterior apuesta por una imagen neo-retro de inspiración americana. La carrocería destaca por una distancia entre ejes de 1.525 mm y un depósito de combustible con capacidad para 15,5 litros. La ergonomía se ha configurado pensando en la accesibilidad, con un asiento dividido en dos alturas situado a 720 mm del suelo, lo que facilita la maniobrabilidad en parado para usuarios de diferentes estaturas. El peso total del conjunto en orden de marcha es de 206 kg.
El equipamiento tecnológico incluye un panel de instrumentos basado en una pantalla LCD donde se visualizan los datos de conducción. Asimismo, la moto cuenta con un puerto de carga USB-C integrado, permitiendo la conexión de dispositivos móviles o sistemas de navegación. La iluminación se compone de un faro principal LED y una luz trasera que presenta un diseño específico mediante franjas de luz con efecto de ondas.
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Benda comercializará este modelo en cuatro opciones de color: Meteorite Black, Moonlight White, Stardust Silver y Primordial Green. De momento, desconocemos cuándo llegará al mercado español.
