
Benda ha presentado oficialmente su última creación, la Rock 707 2026, una moto cruiser que combinan una estética retro de inspiración americana con un paquete tecnológico muy avanzado que incluye, como primicia, un sistema de suspensión neumática de dos cámaras.
El corazón de la Rock 707 es un motor V2 de 60 grados desarrollado íntegramente por la marca. Con 691,6 cc y refrigeración líquida, este propulsor ha sido diseñado para ofrecer una respuesta contundente desde abajo, típica del segmento cruiser. Genera un par motor de 68 Nm a 6.500 rpm, garantizando una fuerte aceleración nada más arrancar.
La potencia final declarada es de 54 kW (73,4 cv) a 9.000 rpm, gestionada a través de una transmisión final por correa de seis velocidades que promete suavidad. Para refinar la entrega, la moto incluye un árbol de equilibrado interno. Además, incorpora un acelerador electrónico de precisión milimétrica que, según BENDA, mejora la respuesta y recorta el consumo de combustible entre un 10% y un 15% respecto a su predecesora.
Uno de los puntos más innovadores de la Rock 707 es su suspensión. Es la primera moto de producción en serie en equipar un sistema de suspensión neumática de dos cámaras. La suspensión neumática electrónica trasera ofrece un recorrido de la suspensión de 30 mm ajustable, lo que modifica la altura del asiento en un rango que va desde los 690 mm hasta los 720 mm.
Se trata de una tecnología adaptativa inteligente. La moto es capaz de fijar automáticamente la altura del asiento según el peso del piloto y, además, adaptar la rigidez de la suspensión en tiempo real según las condiciones de la carretera. También se activa al arrancar y parar, bajando o subiendo la moto para facilitar las maniobras.


La otra gran joya tecnológica es el embrague electrónico Benda (BEC) MK-II. Con él activado, el motorista puede cambiar de marcha cómodamente sin necesidad de accionar la maneta de embrague, permitiendo disfrutar más de la conducción.
Para aquellos que prefieran una experiencia tradicional, el embrague manual sigue estando cien por cien operativo, dando total libertad de elección al conductor.
Estéticamente, la Rock 707 no oculta su inspiración custom americana. Luce un diseño alargado y elegante, dominado por un depósito de combustible ancho con 16 litros de capacidad que le da una presencia imponente. Destaca su nuevo faro Star-Diamond, con reflectores internos en relieve con forma de diamantes que le dan un brillo característico.
En la zaga encontramos otra solución de diseño única: el asiento trasero Cube. Se trata de una exclusiva unidad cromada fabricada en aleación de aluminio que permite al propietario elegir entre una configuración de asiento doble o convertirla en monoplaza.


El paquete de ayudas electrónicas es completo para una moto de su segmento. Incluye sistemas TCS (control de tracción) y ABS de doble canal. Toda la información se visualiza en un cuadro de instrumentos con pantalla TFT a color de 3,6 pulgadas, que promete buena visibilidad gracias a sus 800 nits de brillo. Para viajes largos, se agradece el control de crucero de última generación y un puerto de carga integrado con USB y tipo C.
La parte ciclo se completa con una horquilla invertida delantera y unos neumáticos anchos en llantas de 16 pulgadas, con medidas 150/80 delante y 180/65 detrás. El conjunto, que pesa 218 kilos en orden de marcha, estará disponible en tres elegantes acabados: Knight Black, Sandy Gray o Windy White. De momento, desconocemos fecha de llegada a España.
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