Tal y como estaba previsto, Yamaha ha anunciado hoy la que será la principal novedad para su gama sport-touring de media cilindrada de cara a 2026. Las futuras versiones de la Yamaha Tracer 7 y su variante más equipada, la Tracer 7 GT, podrán incorporar la transmisión manual automatizada Y-AMT, una tecnología que elimina la maneta de embrague y que ya fue estrenada con éxito en la familia Tracer 9.
El sistema Y-AMT ofrece una doble funcionalidad que busca adaptarse a cada situación de conducción. El piloto podrá optar por un cambio de marchas manual, que se acciona mediante un interruptor de balancín en la piña de mandos, o bien seleccionar un modo completamente automático que gestiona la transmisión de forma autónoma.
Desde Yamaha se especifica que el sistema, "al trabajar en perfecta armonía con las funciones electrónicas Yamaha Ride Control (YRC), ofrece una conducción aún más dinámica y estimulante con unos niveles de confort y practicidad inigualables".
Esta novedad se implementará sobre la base del modelo que fue profundamente renovado para la gama 2025. El núcleo mecánico se mantiene en el conocido motor CP2 de 690 cc, un propulsor bicilíndrico EU5+ con cigüeñal calado a 270 grados, diseñado para ofrecer una respuesta contundente y lineal en todo el rango de revoluciones. Las cifras oficiales declaran una potencia de 54 kW (73,4 cv) a 8.750 rpm y un par máximo de 68 Nm a 6.500 rpm.
El apartado electrónico, introducido en la última actualización, se articula en torno al acelerador electrónico YCC-T. Este sistema da acceso a tres modos de conducción (Sport, Street y Custom) que modifican los mapas de entrega de potencia y los dos niveles de intervención del control de tracción, que también es desconectable. La gestión de estos parámetros se visualiza en una instrumentación con pantalla TFT a color de 5 pulgadas, que además cuenta con conectividad para smartphone y sistema de navegación.
La parte ciclo está compuesta por un chasis de tipo "backbone" de acero, optimizado para ofrecer una mayor rigidez torsional, y un basculante que se ensanchó en 40 mm para mejorar la estabilidad a alta velocidad. El equipo de suspensiones cuenta con una horquilla delantera invertida de 41 mm con ajuste en extensión, mientras que en el tren trasero opera un amortiguador de tipo Monocross con un sistema de bieletas y ajuste remoto de la precarga. La frenada delantera se ha confiado a unas nuevas pinzas de anclaje radial.
El confort y la ergonomía para largos recorridos fueron dos de los focos en la renovación. La posición de conducción se revisó con un manillar 30 mm más alto y 25 mm más ancho, buscando una postura más relajada. El asiento del piloto permite un ajuste en altura de 20 mm sin necesidad de herramientas, y el del pasajero ha ganado en superficie para un mayor acomodo. La capacidad del depósito de combustible se aumentó hasta los 18 litros para espaciar los repostajes.
La variante Tracer 7 GT añade de serie un equipamiento enfocado al turismo. Incluye una cúpula de mayor tamaño y ajustable, puños calefactables, un asiento con un mullido de mayor confort y el práctico caballete central, que facilita el mantenimiento y la estabilidad con la moto cargada.
La nueva opción de transmisión Y-AMT estará disponible tanto para la Tracer 7 estándar como para la Tracer 7 GT, incluyendo las versiones limitables a 35 kW para el carnet A2. La Tracer 7 se ofrecerá en los colores Redline y Midnight Black, mientras que la GT llegará en Icon Performance y Tech Black.
El precio exacto todavía no se conoce, pero sabiendo que, en el caso de la MT--07, el sobrecoste del Y-AMT es de 500 euros, calculamos que la Tracer 7 Y-AMT tendrá un precio muy cercano a los 10.500 euros en España, y de 12.000 euros en el caso de la versión Tracer 7 GT Y-AMT.
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