
MV Agusta ha dado la campanada en el EICMA de Milán, y no ha sido con un motor sobrealimentado -como es el caso de Honda- ni tampoco ofreciendo soluciones eléctricas de cara al futuro. La firma italiana ha presentado un inesperado motor que se aleja por completo de la tradición tricilíndrica -y en parte, tetracilíndrica- que ha acompañado históricamente a su gama de modelos, poniendo bajo el foco un motor de cinco cilindros de desarrollo propio.
Bautizado como 'Cinque Cilindri', esta mecánica no se limita a copiar viejas glorias, como el V5 de Honda en MotoGP, ni tampoco es un un motor en línea convencional. Los ingenieros italianos han diseñado una arquitectura completamente radical, que busca redefinir el equilibrio entre compacidad y potencia extrema.
El objetivo de esta obra de ingeniería es claro: asaltar el trono de las superbikes. La marca no se ha andado con rodeos al anunciar las cifras que buscan alcanzar con la configuración más extrema de este motor. Se habla de una potencia superior a los 240 caballos y un par motor que rondará los 130 Nm.
Con esta declaración de intenciones, MV Agusta pone en su punto de mira, de forma directa, a las reinas actuales de la velocidad, como la Ducati Panigale V4 o la BMW S 1000 RR, pero lo hace con una solución técnica que nadie más ofrece en el mercado.
Pero, ¿cómo funciona este motor? MV Agusta lo describe bajo un principio "Square" (cuadrado). En la práctica, su arquitectura recuerda a la filosofía VR que Volkswagen popularizó en sus coches, pero adaptada al mundo de la moto. El bloque dispone de tres cilindros en la bancada delantera y otros dos situados justo detrás, en una disposición ligeramente desplazada.

Esta configuración tan particular permite que el motor sea increíblemente compacto, casi como un cuatro cilindros, pero con las ventajas de cubicaje y entrega de potencia de un V5. A diferencia de antiguos motores 'cuadrados' de competición, el 'Cinque Cilindri' utiliza un único cigüeñal, lo que simplifica la mecánica y mantiene el peso a raya.
Para gestionar los posibles problemas térmicos de una configuración tan densa, la marca ha diseñado un sistema de escapes separados, con tres colectores saliendo por la parte frontal y dos por la trasera.
Donde la ingeniería de MV Agusta se vuelve realmente fascinante es en la distribución. Este motor no usará dos, sino tres árboles de levas. Aunque la marca no ha detallado la configuración exacta, este sistema busca una precisión absoluta en la gestión de las válvulas a altas revoluciones, sin comprometer el tamaño compacto de la culata.
A esta peculiaridad se suma otra innovación clave: los elementos auxiliares, como la bomba de agua y la bomba de aceite, serán de accionamiento eléctrico.

Esta electrificación parcial es fundamental. Al eliminar la dependencia mecánica de estos componentes, se reduce drásticamente la fricción interna del motor. Esto se traduce en una mayor eficiencia y, sobre todo, libera más potencia directa a la rueda, un enfoque que apenas se ha visto fuera de la alta competición.
MV Agusta ha querido dejar claro que, pese a esta tecnología, el "Cinque Cilindri" es un motor de combustión interna puro. No hay hibridación ligera ni asistencia eléctrica a la tracción.
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Este propulsor no se limitará a modelo exclusivo. La compañía ha confirmado que se trata de una plataforma escalable. El diseño permitirá crear motores con cilindradas que irán desde los 800 cc hasta los 1.100 cc, abriendo la puerta a una nueva generación de motos deportivas y naked. Todas las miradas apuntan a que este V5 será el corazón de la futura superbike de la casa, la esperada F5.

