
La Trident de Triumph crece en cilindrada, potencia y equipamiento. La retro-naked británica sube de nivel con el modelo Trident 800 2026, una máquina que aterriza en un competido segmento con una serie de argumentos sólidos y, sobre todo, un precio realmente llamativo que se sitúa muy por debajo de sus rivales más directas.
El epicentro de esta nueva Trident 800 es un corazón mecánico completamente nuevo. Se trata de un propulsor tricilíndrico de 798 cc, diseñado obsesivamente para ofrecer una respuesta instantánea y cargada de carácter en cualquier marcha. Las cifras que lo acompañan respaldan esta promesa: 115 cv de potencia máxima a 10.750 rpm y un par motor de 84 Nm disponible a 8.500 rpm, mejorando sustancialmente las cifras de su hermana pequeña, la Trident 660 de 81 cv.
Este motor no es solo potencia bruta; es también carácter y sonido. La marca ha trabajado a fondo la admisión, implementando una nueva caja de aire y un sistema de triple cuerpo de mariposas. El resultado es una banda sonora que evoluciona desde un rugido profundo y gutural a medio régimen hasta el característico e inconfundible aullido del triple inglés cuando la aguja se acerca a la zona roja, situada en las 11.500 rpm.
Para gestionar esa energía, Triumph ha desarrollado una parte ciclo que prioriza la agilidad y la ligereza. El chasis es la columna vertebral de una moto que busca la diversión sin esfuerzo, declarando un peso total de solo 198 kg en orden de marcha, ocho kilos más que la versión 660.
La conexión con el asfalto se confía a componentes de primer nivel. El tren delantero monta una horquilla invertida Showa SFF-BP de 41 mm, que ofrece ajuste tanto en compresión como en extensión. Detrás, un monoamortiguador de la misma firma (ajustable en precarga y rebote) se encarga de mantener la rueda pegada al suelo. La frenada está a la altura del conjunto, confiada a un doble disco delantero de 310 mm mordido por pinzas radiales de cuatro pistones.


La Trident 800 ha sido pensada para ser accesible y dominante a la vez. El asiento se sitúa a unos contenidos 810 mm del suelo y, gracias a un arco de pierna estrecho, facilita las maniobras en parado. Una vez en marcha, la postura se beneficia de un manillar ancho que ofrece una gran palanca y una sensación de control inmediato.
En el apartado tecnológico, la nueva naked británica saca pecho. Equipa una moderna Unidad de Medición Inercial (IMU) que gestiona de forma inteligente las ayudas electrónicas. Esto permite que tanto el ABS como el control de tracción funcionen de manera optimizada incluso cuando la moto está inclinada en plena curva. El piloto dispone de tres modos de conducción (Road, Sport y Rain) para adaptar la respuesta del acelerador y el nivel de intrusión de las ayudas a las condiciones del asfalto.
La experiencia de conducción se redondea con el sistema Triumph Shift Assist, un quickshifter bidireccional que permite subir y bajar marchas de forma fulgurante sin necesidad de accionar la maneta del embrague. También se incluye un control de velocidad de crucero para trayectos más largos.


Toda la información se centraliza en una compacta pantalla TFT a color de 3,5 pulgadas. Esta instrumentación incluye conectividad Bluetooth "My Triumph", permitiendo gestionar llamadas, música y un sistema de navegación por símbolos directamente desde la piña de mandos. El conjunto se completa con un sistema de iluminación full-LED, que incluye una moderna luz de día e intermitentes con cancelación automática.
Visualmente, la Trident 800 es minimalista, compacta y musculosa. Destaca el depósito esculpido de 14 litros, que contrasta con un colín estilizado y un silenciador corto de salida ascendente. La moto se ofrecerá en tres combinaciones de color: Ash Grey con detalles en Diablo Red, Carnival Red con toques en Graphite, y un sobrio Jet Black.
Los acabados premium se aprecian en elementos de aluminio cepillado, el logotipo grabado en el asiento o en las llantas de aluminio fundido con un llamativo acabado dorado. Para quienes busquen un extra, existirá un catálogo de accesorios originales donde brillará un escape Akrapovič en titanio y carbono.

El golpe de efecto final de la Trident 800 es su posicionamiento en el mercado. Saldrá a la venta desde 10.395 euros. Esta cifra la sitúa de manera muy agresiva en el segmento, colocándose notablemente por debajo de rivales directas como la Suzuki GSX-8TT (11.760 €) o la Yamaha XSR900 (11.999 €), y muy alejada de los precios de la Kawasaki Z900RS (14.500 €) o la BMW R 12 Ninet (17.930 €).
Los interesados ya pueden formalizar sus reservas en la red oficial. Sin embargo, las primeras unidades no tienen prevista su llegada a los concesionarios hasta el mes de marzo de 2026. Para acortar la espera, la filial española de la marca organizará un tour por concesionarios seleccionados entre noviembre y febrero, permitiendo un primer contacto en vivo con la moto.
En cuanto a la posventa, Triumph respalda su nueva Trident 800 con una garantía de fábrica de cuatro años sin límite de kilometraje y unos intervalos de mantenimiento programados cada 16.000 kilómetros.
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