Dos de las Honda con las que el legendario piloto Joey Dunlop forjó su leyenda en las road races han sido vendidas en una subasta por un valor combinado de casi 225.000 libras, cerca de 260.000 euros, superando con creces el precio que inicialmente se había marcado la casa de subastas Bonhams Cars, y es que las previsiones para ambas máquinas se situaban en un mínimo de 80.000 libras cada una.
La pieza que alcanzó el mayor valor en la puja fue la Honda VFR750R RC30, que se adjudicó por 152.000 euros. Con esta máquina, Dunlop logró un memorable doblete en el Tourist Trophy de la Isla de Man de 1988, imponiéndose en las categorías de Fórmula 1 y Senior TT.
La segunda moto de Joey Dunlop que encontró un nuevo dueño el pasado 12 de octubre fue otra Honda, una RVF750 RC45, que alcanzó un precio final de 105.000 euros. Esta montura tiene una especial relevancia histórica por ser una de las últimas con las que compitió Dunlop antes de su fallecimiento y con la que se alzó victorioso en el Gran Premio del Úlster de 1999.
La VFR750R RC30 no solo le proporcionó victorias, sino que también le permitió a Joey Dunlop establecer un récord de vuelta absoluto en el trazado de la montaña en su momento, con una impresionante velocidad media de 118,54 millas por hora. Desde el fallecimiento del piloto en el año 2000, la motocicleta había permanecido bajo la custodia directa de la familia Dunlop.
Por su parte, la RVF750 RC45 es un ejemplar genuino de fábrica de HRC. Una de sus características técnicas más notables es que tanto el chasis como el motor carecen de numeración estampada, una práctica común en las máquinas de competición de la marca. En su lugar, presenta una placa remachada con un número de bastidor con fines administrativos para el transporte a eventos internacionales.
El uso de estas motos durante las últimas dos décadas ha sido extremadamente limitado. La familia las reservó para ciertos eventos conmemorativos, como la exhibición en el paddock del Classic TT para celebrar el 30 aniversario del modelo RC30, o el reciente homenaje "Joey 25" por el cuarto de siglo de su muerte. En este último, la RC45 fue pilotada en unas vueltas de honor por el también célebre piloto John McGuinness.
La victoria de Dunlop en el Gran Premio del Úlster de 1999 con la RC45 es uno de los hitos más recordados de su carrera tardía. A sus 47 años, se enfrentó y superó a una nueva generación de rivales en un intenso duelo a velocidades que superaron las 120 millas por hora de media.
Antes de la subasta, la RC45 estuvo expuesta durante años en un lugar de culto para los aficionados: el Joey's Bar, el pub que regenta la familia en Ballymoney, donde colgaba del techo como pieza central del establecimiento.
El legado de Joey Dunlop en las road races sigue siendo una referencia. Su récord de 26 victorias en el TT de la Isla de Man se mantuvo imbatido durante 24 años, un hito que parecía inalcanzable.
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Dicho récord fue finalmente superado en 2024 por su sobrino, Michael Dunlop, quien ha continuado la saga familiar y, a día de hoy, ha elevado la cifra de victorias en el TT hasta las 33, estableciendo una nueva marca de referencia en el Mountain Course.