Toprak Razgatlioglu no acabó nada contento la última ronda del WorldSBK celebrada en el Circuito de Estoril, donde solo pudo ser segundo en la Race 2 del domingo. El piloto de BMW no se mordió la lengua en su encuentro con la prensa y denunció que la "familia Ducati" se ha unido para ponerle las cosas difíciles en este tramo final de temporada, convencido de que el resto de Panigale V4 R de la parrilla tienen un mismo objetivo común: ayudar a Nicolo Bulega en su lucha con Toprak por ser campeón del mundo 2025.
Razgatlioglu no se anduvo con rodeos. Para el bicampeón del WorldSBK, la victoria de Bulega no fue simplemente gracias a la velocidad del piloto italiano: “En las primeras vueltas pilotaban todos como locos. Quizás pensaban que podían ganar la carrera en la primera vuelta”, espetó, dejando claro que la agresividad mostrada por sus rivales no era normal.
Su acusación más grave, sin embargo, apuntó a un pacto no escrito. Preguntado sobre si esos pilotos habrían actuado igual con Bulega, fue tajante: “No, creo que no lo habrían hecho. Creo que son todos de la misma 'familia' y, por lo tanto, no habrían obstaculizado a Bulega”.
El principal señalado por el misil de Toprak fue Andrea Iannone. El italiano, sancionado por adelantarse en la salida, se inmiscuyó en la pelea por la cabeza de carrera sin importarle la penalización que ya pesaba sobre él. “Iannone tenía una penalización por salida anticipada, pero aun así se ha metido en la batalla por las primeras posiciones. Lo he adelantado y él me ha devuelto el adelantamiento, a pesar de la penalización”, relató un incrédulo Razgatlioglu, que no dudó en interpretar la maniobra: “Pero es comprensible, tenía que defender los intereses de Ducati”.
Pero la diana de sus críticas no se detuvo en Iannone. El líder del campeonato también señaló a Andrea Locatelli, un piloto que, si bien corre para Yamaha, comparte nacionalidad con Bulega: “Locatelli trazaba la curva 9 con una trayectoria extraña, inusual, y se quedaba en medio de la curva, cuando normalmente se mantiene más a la derecha. Y cuando he intentado adelantarle, también me ha replicado”, explicó, visiblemente molesto por lo que considera una falta de ética deportiva.
Esta defensa a ultranza de sus perseguidores en los primeros giros tuvo consecuencias directas en el desenlace de la carrera. El esfuerzo titánico para abrirse paso le costó un desgaste prematuro del neumático trasero que le impidió luchar por la victoria. “Esta situación le ha permitido a Bulega coger una ventaja que yo luego he intentado recortar”, lamentó. A pesar de su intento de remontada, la goma dijo basta: “Mi neumático trasero, estresado en la remontada, ha empezado a ceder y no me ha permitido continuar con mi recuperación”.
Toprak cree que, estando ya en el tramo final de la temporada, debería haber más respecto hacia los pilotos que se están jugando el título, sin entrar en batallas absurdas: “Nosotros estamos luchando por el título, pero ellos eso no lo tienen en cuenta. Recuerdo que en 2019 yo respeté el duelo entre Bautista y Rea que se disputaban el campeonato mundial y no me metí en medio”, recordó, lanzando un dardo directo a sus rivales “Esperaba que los otros pilotos hoy se comportaran del mismo modo, pero evidentemente me he equivocado”.
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Con la herida abierta, toda la presión se traslada ahora al circuito de Jerez, que se convierte en el escenario de una final de altísimo voltaje. Toprak, que goza de 39 puntos de colchón sobre Bulega, está convencido de que volverá a encontrarse con un ambiente hostil por parte de los demás pilotos Ducati: “Sí, ahora solo pienso en Jerez, donde será difícil que pueda ganar el título ya en la Carrera 1, pero espero poder hacerlo al final de la Superpole Race”, concluyó.
