Pequeño varapalo para Marc Márquez. Lo que hace una semana era una lesión que simplemente necesitaba unas semanas de reposo se ha convertido finalmente en una intervención quirúrgica. El plan de recuperación conservador para su maltrecho hombro derecho ha fracasado y el piloto catalán ha tenido que pasar, finalmente, por el quirófano. La intervención, llevada a cabo esta misma mañana en el Hospital Ruber Internacional de Madrid, deja en el aire su regreso a los circuitos antes de acabar el año.
La decisión se precipitó tras la última revisión médica. El equipo de doctores que supervisa al nueve veces campeón del mundo constató que la evolución de la lesión, sufrida en el Gran Premio de Indonesia, no seguía el camino esperado. La inmovilización no estaba dando los resultados necesarios y el riesgo de problemas a largo plazo aconsejaba un cambio de estrategia inmediato.
Así lo confirmaba Ducati en un escueto pero clarificador comunicado remitido a primera hora: "Tras una revisión de su lesión en el omóplato derecho, Marc Márquez ha sido sometido a una operación con éxito". La nota detalla que el equipo médico observó que "la fractura de coracoides y el daño en los ligamentos no mostraban suficientes signos de estabilización después de una semana inmovilizados".
Por ello, ante el peligro de una inestabilidad residual, "se decidió seguir adelante con la estabilización quirúrgica y reparar los ligamentos acromioclaviculares".
La cirugía, si bien no era el escenario deseado, sí formaba parte de la hoja de ruta como una alternativa necesaria. La propia escudería italiana ha querido dejar claro que esta intervención "era una de las opciones consideradas por los doctores desde el principio en el caso de que el tratamiento conservador previsto fracasara". El de Cervera, que ya ha recibido el alta hospitalaria y descansa en casa, inicia ahora un nuevo y diferente proceso de recuperación.
Este giro de 180 grados echa por tierra el optimismo que se había instalado hace apenas siete días. Fue entonces cuando, tras un viaje relámpago desde Mandalika, los doctores Samuel Antuña e Ignacio Roger de Oña confirmaron que, pese a la fractura, no existía un desplazamiento óseo relevante, lo que abría la puerta a una recuperación sin cirugía que parecía la mejor noticia posible.
Aquel diagnóstico inicial invitaba a pensar en un regreso programado para el Gran Premio de Portugal, los días 8 y 9 de noviembre, con el objetivo de poder despedir la temporada ante la afición en la cita final de Valencia. Un plan que ahora ha saltado por los aires de forma fulminante.
Todo se torció en los primeros segundos de la carrera en Indonesia. Una maniobra excesivamente ambiciosa de Marco Bezzecchi en la primera curva acabó con Márquez por los suelos. El impacto fue brutal y las volteretas sobre la puzolana hicieron temer lo peor al ver al ilerdense sujetarse de inmediato el hombro derecho, una zona que le ha traído por la calle de la amargura en el pasado.
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Comienza ahora una nueva carrera contrarreloj para Márquez, esta vez en el gimnasio y en las manos de los fisioterapeutas. Ducati no ha querido fijar plazos: "Su progreso determinará el momento de su regreso a la competición", concluye el comunicado, dejando claro que no se asumirá el más mínimo riesgo.
