El tratamiento conservador que Marc Márquez ha estado siguiendo estas dos últimas semanas para consolidar su fractura en la clavícula derecha no ha surtido efecto. El flamante campeón del mundo de MotoGP pasó este lunes por el quirófano en el Hospital Ruber Internacional de Madrid para dar carpetazo a la lesión e iniciar lo antes posible su rehabilitación, quién sabe si con vistas a correr las últimas carreras del año o bien pensando ya en la pretemporada 2026, que dará comienzo en Valencia dos días después del último GP del curso actual.
La decisión no se tomó a la ligera. El plan inicial, pactado con el equipo médico que le evaluó hace siete días, era evitar la cirugía. Sin embargo, tras una semana de inmovilización, la "fractura del coracoides y el daño en los ligamentos no mostraban suficientes signos de estabilización", según el comunicado emitido por Ducati. El riesgo de una inestabilidad residual era demasiado alto de acuerdo al informe médico, por lo que se procedió a una "estabilización quirúrgica y reparación de los ligamentos acromioclaviculares".
Pero si algo ha demostrado el de Cervera a lo largo de su carrera es una mentalidad de hierro. Pocas horas después de la intervención, y ya instalado en su domicilio madrileño, Márquez tomó sus redes sociales para lanzar un mensaje que es puro ADN campeón, recordando que, este 2025, él ha llevado la batuta en el campeonato.
"Operación hecha, todo ha ido bien. ¡Gracias por vuestros mensajes y apoyo! ¡Modo recuperación activado! Y no lo olvidéis... ¡SOMOS CAMPEONES DEL MUNDO!", escribía el catalán, unas palabras sin duda zanjan cualquier atisbo de duda sobre su estado de ánimo.
El texto iba acompañado de imágenes que reflejan el peaje de la gloria. En una se le ve en la cama del hospital, sonriente junto a su pareja, Gemma, y en otra ya aparece en el jardín de su casa, con el brazo derecho sujeto por un aparatoso sistema de correas que evidencia la seriedad de la intervención.
Desde Ducati Corse, el comunicado oficial arrojaba luz sobre un procedimiento que, si bien no era la primera opción, sí estaba contemplado en la hoja de ruta médica. La cirugía era el plan B en caso de que el tratamiento conservador fallase, como finalmente ha ocurrido.
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Y ahora, ¿qué? Esa es la gran pregunta que se hace el paddock. El cronómetro se ha puesto en marcha, pero la fecha de regreso es una incógnita. "Su progreso determinará el calendario de su vuelta a la competición", advierte el equipo. No hay plazos, solo un objetivo: volver al cien por cien.
