El piloto madrileño Javi Vega protagonizó una hazaña casi de película en el Rallye TT de Cuenca, última prueba del Campeonato de España. Un error en la elección de neumáticos le obligó a pilotar durante un interminable tramo final sin la goma trasera, una prueba de fuego para él y su KOVE 450 Rally que superaron con nota, asegurando la segunda plaza en la general del certamen nacional.
Cuenca fue el escenario de un final de campeonato no apto para cardíacos. Más de 400 kilómetros cronometrados a través de 25 municipios conformaban un trazado renovado y brutal, diseñado para llevar al límite a máquinas y pilotos. Entre los más de 120 equipos congregados para la undécima edición del Rallye TT, uno de los focos estaba puesto en la lucha por el título nacional, con Javi Vega como uno de los principales contendientes.
El fin de semana no pudo empezar mejor para el madrileño. El viernes, durante el prólogo de casi 11 kilómetros, voló sobre los caminos conquenses para marcar el mejor tiempo, un 8:12.4 que le otorgaba la primera posición en la Super Especial. Era una declaración de intenciones, un golpe sobre la mesa que auguraba una intensa batalla durante la jornada decisiva del sábado.
Sin embargo, en los rallies, la estrategia es tan crucial como la velocidad. Con la adrenalina del momento y la vista puesta en el cronómetro, se tomó una decisión que resultaría fatídica. La elección de un compuesto de neumático blando, combinado con un mousse ya usado, acabó en desastre. El exigente terreno de Cuenca, una mezcla de pistas rápidas con trialeras y zonas muy técnicas, devoró la goma trasera de su KOVE 450 Rally mucho antes de lo previsto.
Lo que vino después fue pura épica. A 44 kilómetros de la meta, el neumático dijo basta, desintegrándose y dejando al piloto sobre la llanta desnuda. Lejos de abandonar, Javi Vega se aferró al manillar y tiró de toda su experiencia y talento para gestionar una situación límite. Fue un ejercicio de equilibrio, control y una inmensa fuerza mental para llevar la moto hasta el final del tramo, cediendo un tiempo precioso pero salvando los muebles de una forma casi milagrosa.
“Ha sido un fin de semana muy duro y desafiante", confesaba Vega al término de la prueba, visiblemente agotado pero satisfecho. "La elección de neumáticos no nos favoreció y terminar con la llanta fue una prueba de resistencia, pero estoy muy orgulloso de cómo hemos gestionado la situación”. A pesar del contratiempo, el piloto no tuvo más que elogios para su montura: “La KOVE 450 Rally se comportó de forma impecable en todo momento, demostrando su fiabilidad y rendimiento incluso en esas condiciones”.
Con la honestidad que le caracteriza, Vega asumió su parte de responsabilidad en el desenlace del campeonato. "Todo el día tomamos decisiones, algunas más acertadas que otras. Es verdad que no puedo estar a todo y este fin de semana he perdido el Cto. de España por mi error de poner un neumático blando con mousse usado", reconoció. En un gesto de deportividad, no dudó en disculparse: "No he acertado y pido perdón a mis sponsor, a mi mecánico y a mi súper asistencia".
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Con la vista ya puesta en los próximos desafíos, el piloto concluye con optimismo: "Me encuentro genial encima de la moto, mejor que nunca, aunque no haya tenido suerte en estas dos últimas carreras, pero con un feeling que te cagas para el Addax Rally y del Dakar. Seguimos".
