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El viaje de ensueño de Yogesh Alekari, un motorista indio que llevaba 25.000 kilómetros y 17 países recorridos sobre su KTM 390 Adventure, se torció en Nottingham, Reino UNIDO. Allí, mientras desayunaba en Wollaton Park el 28 de agosto, unos ladrones se llevaron su moto junto con todo su equipaje, incluido su pasaporte.
"Es bastante difícil. En los últimos siete días he estado sufriendo mucho porque no tengo nada en mis manos, ni ropa ni nada. Pero sí he tenido el apoyo de la gente británica y de la comunidad india", contó a MCN. También agradeció el trabajo exprés de la Embajada de India: "Me dieron un pasaporte en tres o cuatro días. Realmente aprecio lo que hicieron mi Gobierno, la Embajada india y los ciudadanos británicos, sobre todo motoristas. Me dieron algo de dinero al principio y así pude sobrevivir cinco días en Londres, que es una ciudad muy cara, gracias a algunos bikers".
La policía de Nottinghamshire confirmó esta semana la detención de un joven de 18 años en Doncaster por el robo de vehículo y otros delitos, aunque la moto aún no ha sido recuperada. "Sabemos, tras hablar con la víctima y escuchar su viaje, lo mucho que le ha afectado el robo. Aunque no hemos podido devolverle aún su moto, esperamos que esta detención le dé algo de tranquilidad", declaró el sargento Daniel Sheasby. La investigación sigue abierta y las autoridades piden colaboración ciudadana para localizar la KTM.
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Mientras tanto, la solidaridad del mundo de las dos ruedas no se ha hecho esperar. Una campaña de GoFundMe ha recaudado más de 3.400 libras en apenas unos días y concesionarios como The Off Road Centre en Mansfield han ofrecido prestarle una KTM 790 Adventure para que pueda continuar su ruta.
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Lejos de rendirse, Yogesh lo tiene claro: “Mi visión es continuar este viaje en lugar de cerrarlo aquí. Algunas personas intentan hundirme, pero no es mi voluntad parar ahora”. Consciente de la ironía de haber perdido su moto en un lugar que consideraba seguro, recuerda con amargura aquel día: “Pensé que Wollaton Park era el sitio más seguro de la ciudad, me sentí muy tranquilo allí. Pero en una hora, cuando regresé al aparcamiento, ya no estaba mi motocicleta".
