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En San Petersburgo, bajo el techo de Biker's World, un taller poco convencional está dando forma a una de las creaciones más extravagantes del mundo de las motos... Y del motor en general: un scooter retro con motor V4, obra del equipo Saint Peter's Builds. El proyecto se llama, de forma tan provocadora como engañosa, "Dieselpunk".
El artífice de este delirio mecánico es Kirill, un constructor ruso especializado en motos únicas y con un evidente gusto por lo surrealista. Su creación más ambiciosa hasta la fecha arranca con una idea tan simple como absurda: encajar el motor de un coche en el cuerpo de una scooter. Pero no cualquier motor. El propulsor elegido es un V4 refrigerado por aire del ZAZ 968, un coche compacto fabricado en la URSS entre los años 70 y 90, conocido por su fiabilidad rústica y por equipar motores de gasolina con entre 40 y 50 CV.
Con unos 1.200 centímetros cúbicos, este bloque era relativamente avanzado para su tiempo, y desde luego es más que suficiente para propulsar una carrocería de scooter. La disposición lateral de sus dos bancadas de cilindros permite una refrigeración natural más eficiente, aunque también convierte al conjunto en un espectáculo visual: el motor sobresale entre el manillar y la rueda delantera, robando toda la atención.
El chasis del proyecto aún no existe más allá del mundo digital. Todo el cuerpo del scooter (una mezcla entre Vespa clásica, Lambretta y coche de los años 50) ha sido generado por ordenador. Las formas son redondeadas, diminutas, pero a la vez imponentes. Un auténtico tributo a la estética retrofuturista que define el movimiento dieselpunk, con sus ecos de ciencia ficción alternativa y tecnología pasada de rosca.
Pero aquí no se trata solo de apariencia. El motor ha sido renovado por completo y ahora se prueba con un escape tipo downpipe hecho a medida. En lugar de la caja de cambios de cuatro velocidades original del ZAZ, el equipo planea integrar una transmisión CVT automática, proveniente de una moto de nieve de potencia similar. La entrega de fuerza se realizará mediante un eje a la rueda trasera, con una cadena que redirige el empuje tras un giro de 90 grados.
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Por ahora, lo único tangible es el propulsor. En el primer vídeo publicado por Saint Peter's Builds, se puede ver el motor funcionando en pruebas, acompañado por el sonido ronco característico de estos V4 de vieja escuela. El resto del scooter sigue siendo una promesa, una silueta en pantalla, un concepto en construcción.