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Hay proyectos que desafían la lógica, creaciones que nacen en la frontera entre la genialidad y la más absoluta locura. Y luego está la HF355 de Maxwell Hazan. Hace unos meses, os contamos la historia de este artesano neoyorquino y su demencial idea de meter el corazón de un Ferrari F355 en el chasis de una motocicleta. Pues bien, la bestia ha despertado. Tras meses de un trabajo de orfebrería mecánica, el V8 de Maranello ha rugido por primera vez, y su bramido es una sinfonía celestial que podría avergonzar al de una MotoGP.
El momento, capturado en un vídeo que ya está haciendo las delicias de los aficionados en Instagram, es orgásmico. Lo que hasta ahora eran piezas de metal esculpidas con una paciencia infinita, se convierte de repente en un ser vivo, en una máquina que respira fuego por su escape SC Project.
El primer arranque es titubeante, como el de una criatura que se despereza de un largo letargo, pero en cuanto el V8 de 3.5 litros y 375 caballos encuentra su ritmo, el sonido es simplemente sobrecogedor. Es el aullido agudo y melódico de un Fórmula 1 de la vieja escuela, una ópera mecánica que retumba en las calles de Nueva York.
Pero el vídeo no solo nos muestra el primer encendido. También somos testigos de los primeros metros de la HF355 sobre el asfalto. Aún medio desnuda, sin su carenado definitivo y con los cables y parte de la electrónica a la vista, la moto rueda por las calles con una presencia que intimida. Verla en movimiento es una experiencia casi irreal. La imagen de un propulsor V8, el alma de uno de los deportivos más icónicos de los 90, impulsando un chasis minimalista de dos ruedas, es algo que rompe todos los esquemas.
El paseo, aunque breve y a ritmo tranquilo por un callejón, deja entrever el carácter indómito de la bestia. Cada golpe de gas es una promesa de una aceleración brutal, una insinuación de la violencia que esta máquina es capaz de desatar. Aún en fase de mapeo y pruebas, la HF355 ya demuestra que no es una moto para todos los públicos; es una creación extrema para pilotos valientes.
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Para quienes no conozcan el proyecto, recordemos que la HF355 es la obra más salvaje de Maxwell Hazan, un constructor conocido por sus diseños retro y sus piezas únicas, esculpidas a mano en su taller de Nueva York. Su obsesión por la perfección y su negativa a usar piezas prefabricadas le han llevado a crear una moto donde cada componente, desde el chasis hasta el depósito de aceite, es una obra de arte en sí misma.
El desafío de Hazan no es solo estético. Su objetivo es mantener el peso de esta bestia por debajo de los 226 kilos. Si lo consigue, y teniendo en cuenta que el motor entrega más del doble de potencia que cualquier superbike de producción actual, la relación peso-potencia de la HF355 será, sencillamente, de otro planeta.
Aunque verla y escucharla en movimiento es un hito fundamental, a la HF355 todavía le quedan algunos pasos para estar completamente terminada. Aún falta por añadir gran parte del carenado, el panel de instrumentos y finalizar los ajustes de ergonomía para que, además de brutal, sea pilotable con un mínimo de seguridad.
El proceso de puesta a punto será largo y complejo. Domar un V8 de Ferrari en un chasis de moto requiere un conocimiento y una sensibilidad exquisitos. Pero conociendo el historial de Hazan, que ya ha creado máquinas capaces de superar los 350 km/h en las salinas de Bonneville, no hay duda de que el resultado final será tan espectacular como funcional.
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