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Para toda una generación de "petrolheads", el motor de dos tiempos evoca una nostalgia de potencia explosiva, simplicidad mecánica y un olor inconfundible. Sin embargo, sus grandes defectos —altas emisiones contaminantes, ineficiencia y una lubricación "sucia"— lo condenaron al ostracismo frente a las estrictas normativas medioambientales.
Ahora, una compañía de ingeniería llamada Alpha-Otto asegura haber resuelto estos problemas con un diseño revolucionario, el RevForce, que podría no solo revivir al dos tiempos, sino cambiar las reglas del juego de la combustión interna.
El gran problema del motor de dos tiempos tradicional reside en su propio diseño: el pistón actúa como una válvula, abriendo y cerrando las lumbreras de admisión y escape. Esto obliga a mezclar el aceite con el combustible para lubricar el conjunto y, lo que es peor, provoca que parte de la mezcla de aire y combustible fresco escape por el escape sin quemarse, un fenómeno conocido como "pérdida por barrido" que lo hace ineficiente y contaminante.
La solución de Alpha-Otto es, en su concepto, engañosamente simple: añadir una válvula rotativa en el escape, controlada electrónicamente. Este único cambio transforma por completo el funcionamiento del motor. En el motor RevForce, el pistón ya no controla los flujos. Tras la combustión, mientras el pistón desciende, la válvula rotativa de escape se abre. En ese momento, un pequeño supercargador introduce aire comprimido en el cilindro, que empuja los gases quemados hacia fuera.
Justo cuando la válvula de escape está a punto de cerrarse, un inyector introduce el combustible directamente en el cilindro. De este modo, se evita por completo que el combustible sin quemar se escape, y al no usar el cárter como cámara de pre-compresión, se puede implementar un sistema de lubricación por aceite separado, como en un motor de cuatro tiempos.
El resultado de esta innovación es un motor que, sobre el papel, combina lo mejor de dos mundos. Mantiene la principal ventaja del dos tiempos: la densidad de potencia, al producir una explosión en cada ciclo del pistón, lo que se traduce en más potencia por kilo que un cuatro tiempos. Pero al mismo tiempo, adquiere las virtudes del cuatro tiempos: una combustión mucho más limpia y eficiente, y una mayor longevidad al no quemar aceite y contar con una lubricación adecuada.
Una de las características más fascinantes del motor RevForce es su increíble flexibilidad de combustible. Al estar todo el ciclo —válvula de escape, inyección de combustible y entrada de aire— controlado electrónicamente, el sistema puede ajustar los tiempos y parámetros sobre la marcha. Esto le permite adaptarse a casi cualquier tipo de combustible .
Alpha-Otto ya ha realizado pruebas exitosas con gas natural, gasolina, hidrógeno y biocombustibles no diésel. En teoría, un vehículo equipado con este motor podría repostar con lo que estuviera disponible y la centralita electrónica se encargaría de ajustar el motor para un funcionamiento óptimo.
Esta capacidad abre una puerta fascinante hacia un motor de combustión interna de cero emisiones netas. Combinado con un combustible verde, como el hidrógeno, el RevForce podría ofrecer una alternativa real a la electrificación total, manteniendo la sensación y la autonomía de un motor de combustión pero sin emitir carbono a la atmósfera. Además, al conservar la simplicidad inherente de un dos tiempos (sin árboles de levas ni complejos sistemas de válvulas), promete un mantenimiento más sencillo y económico.
Este prometedor motor no es solo una teoría. Alpha-Otto ya cuenta con un prototipo funcional, un bicilíndrico en línea de 200 cv que ha demostrado la viabilidad del concepto. Para dar el siguiente paso, la compañía lanzará una campaña de financiación a través de la plataforma WeFunder a mediados de julio de 2025, con el objetivo de pasar de la fase de prototipo a una producción limitada.
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Aunque su objetivo inicial es el mercado de los sistemas de generación de energía fijos, que es más sencillo de penetrar, la meta final de Alpha-Otto es que su motor RevForce se utilice en una amplia variedad de aplicaciones, incluyendo el transporte. Si Alpha-Otto cumple sus promesas, podría no solo haber resucitado al dos tiempos, sino haberle dado un nuevo y brillante futuro al motor de combustión.