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La discreción parece haber llegado a su fin en Iwata. Después de meses de secretos mejor guardados que una receta de ramen familiar, Yamaha ha sacado por fin a relucir su nuevo y esperado motor V4. ¿Dónde? En el Circuit de Barcelona-Catalunya, con la pista como escenario y el rugido del motor como banda sonora. Y sí, esta vez no ha sido un rumor de paddock: lo han subido directamente a redes sociales.
El vídeo compartido por el perfil oficial de Yamaha Racing en redes sociales es el primer regalo sonoro oficial de este nuevo propulsor. Nada de renders ni de declaraciones ambiguas: el V4 suena, y suena bastante bien. En el clip se puede apreciar cómo la moto acelera con furia en la recta de Montmeló, desatando un sonido que rompe definitivamente con la tradición de los cuatro cilindros en línea que Yamaha había defendido como religión hasta ahora.
Además del rugido, Yamaha también ha soltado una imagen de la bestia. Aunque, según Massimo Bartolini, director técnico de la marca, “es como las otras”. Lo dijo en tono de broma, y se refería al sistema de escapes. En la foto se aprecia claramente uno al lado del colín y otro más abajo, ambos en el lado derecho. Vamos, que de “como las otras” tiene lo justo: porque la arquitectura interna es completamente nueva para Yamaha en MotoGP, y eso no es poca cosa.
Este paso adelante no llega de la nada. En los últimos meses, Yamaha había estado jugando al escondite con este nuevo proyecto. Primero en Jerez, luego en Misano y más recientemente en Valencia, donde se llevó a cabo un test a puerta cerrada que casi pasa desapercibido. Hasta ahora, la marca se había mantenido en silencio oficial, mientras que la competencia (léase Ducati, Aprilia y KTM) seguía consolidando sus potentes V4 en la parrilla.
Pero eso se acabó. Yamaha ha puesto fin al misterio y ha confirmado su primera prueba oficial con el V4 esta semana en España, concretamente en Montmeló. La artillería del test está compuesta por dos viejos conocidos: Andrea Dovizioso, que no necesita presentación en esto de los motores en V, y Augusto Fernández, actual piloto de pruebas y campeón del mundo de Moto2. Ambos tendrán el honor (y la responsabilidad) de poner a punto el nuevo corazón de la YZR-M1 versión 2.0.
Maio Meregalli, director deportivo del equipo, fue claro al respecto: “Desde aquí (Aragón) nos trasladamos a Barcelona con el equipo de pruebas y el equipo Pramac”. Y no, no es un error: el equipo satélite de Yamaha colabora también en estos días de test. En sus palabras: “El equipo de test estará trabajando en el desarrollo tanto de la moto actual como de la nueva. Hicimos principalmente una prueba funcional, no estamos aún en el momento de evaluar su rendimiento”.
Por ahora, Fabio Quartararo y Álex Rins, los pilotos oficiales, no han probado la nueva joya. Y no lo harán hasta que en Iwata estén seguros de que la moto es digna de sus manos. “Los pilotos de fábrica probarán esta nueva moto cuando creamos que su rendimiento sea suficientemente bueno como para que puedan sentirla y entenderla”, aseguró Meregalli.
La expectativa está por las nubes, y no es para menos. Yamaha lleva años quedándose atrás en términos de potencia y velocidad punta, mientras otras marcas exprimen al máximo los beneficios de los motores en V. Este cambio de filosofía no es solo un gesto técnico: es una declaración de intenciones. La fábrica japonesa está dispuesta a abandonar sus dogmas para recuperar el terreno perdido y volver a estar en la pelea de tú a tú.
¿Será el V4 la salvación que Yamaha necesita para volver a luchar por títulos? Todavía es pronto para decirlo. Por ahora, lo único claro es que el sonido del verano ya tiene nombre y apellido: Yamaha V4 en Montmeló.
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Así que ya sabes, sube el volumen… y que empiece el espectáculo:
— Monster Energy Yamaha MotoGP (@YamahaMotoGP) June 11, 2025
