Mugen Shinden 2019
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Una serie de patentes recién desveladas nos confirman que uno de los mayores gigantes, Honda, no solo está pensando en el futuro eléctrico, sino que lo está diseñando con el ADN de su icono más legendario: la Fireblade. El gigante del ala dorada está desarrollando activamente una superbike eléctrica, y los detalles técnicos que se aprecian en estas patentes filtradas por Amcn.com.sugieren un proyecto mucho más avanzado y sofisticado de lo que podríamos imaginar.
No es un simple ejercicio de diseño; es la concepción de una plataforma de altas prestaciones que bebe directamente de la experiencia en la más alta competición y que podría cambiar las reglas del juego.Honda no es, ni mucho menos, una novata en el mundo de las carreras eléctricas. La marca respaldó durante años el exitoso proyecto Mugen Shinden que dominó con puño de hierro las carreras del TT Zero en la Isla de Man, logrando seis victorias consecutivas entre 2014 y 2019. Y no es casualidad que el diseño que ahora patenta Honda guarde similitudes más que notables con la última generación de aquella máquina ganadora.
La conexión más clara reside en la disposición del motor y la transmisión. Al igual que en la Mugen Shinden, el motor eléctrico se monta en una posición inusualmente retrasada, detrás del pivote del basculante. Esta arquitectura, que ya demostró su eficacia en el exigente trazado de la Montaña, permite liberar un espacio precioso en el chasis principal para alojar más baterías y electrónica, al tiempo que posibilita el uso de un basculante más largo y una distancia entre ejes más corta, claves para la agilidad y la estabilidad. Honda no parte de cero; evoluciona un concepto que ya ha demostrado ser ganador.
Pero la nueva patente de Honda va un paso más allá, presentando una evolución de esa idea. El diseño muestra un innovador conjunto que combina el motor, el basculante y la suspensión trasera en una única pieza modular. Este bloque compacto se anclaría al chasis principal mediante solo tres grandes tornillos, una solución que no solo simplifica el ensamblaje, sino que abre la puerta a una versatilidad sin precedentes.
La clave de este diseño "todo en uno" reside en un sistema de bieletas de la suspensión trasera ultra-compacto, con el amortiguador montado en posición horizontal por encima del motor, casi encapsulado en la sección superior del basculante. Esta genialidad de la ingeniería permite que todo el tren motriz y la suspensión trasera funcionen como una unidad independiente que podría, teóricamente, acoplarse a diferentes tipos de chasis principal, ya sea un doble viga de aluminio convencional o incluso una estructura monocasco donde la propia carcasa de la batería actúe como chasis.
Incluso las conexiones de alta tensión para el motor trifásico de corriente continua se integran en este mismo montaje, con un enchufe de liberación rápida en su cara frontal, lo que evidencia un diseño pensado para la practicidad y el mantenimiento rápido, algo crucial en competición.
La modularidad de este concepto es, quizás, su aspecto más revolucionario. La patente de Honda señala que, al estar todo el tren motriz y el pivote del basculante montados en una única pieza, no se incrementa la tensión sobre el chasis principal si, por ejemplo, se decide montar un motor más grande y potente. Esto significa que Honda está diseñando no solo una moto, sino una plataforma escalable, capaz de adaptarse a futuras evoluciones de motores y baterías sin necesidad de rediseñar por completo el resto de la motocicleta.
Aunque la mayoría de los dibujos de la patente muestran un chasis de doble viga de aleación, más convencional, algunos bocetos van más allá, mostrando una versión donde este conjunto trasero se atornilla directamente a una carcasa de batería de tipo cajón, fabricada en aleación o composite, que haría las veces de estructura principal de la moto. Un concepto que nos acerca a un futuro de motos eléctricas aún más ligeras y compactas.
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Como siempre ocurre con las patentes, su publicación no es una confirmación de una producción inminente. Sin embargo, el extraordinario nivel de detalle de las ilustraciones y la complejidad de las soluciones técnicas presentadas sugieren que es casi seguro que un prototipo real de esta moto ya existe y está rodando en algún lugar de los herméticos centros de I+D de Honda.