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Cuando el parte médico de Luca Marini tras su brutal accidente en Suzuka vio la luz hace poco más de un mes, pocos, muy pocos, habrían apostado por verle de nuevo sobre una MotoGP antes del parón veraniego. Sin embargo, en un alarde de fortaleza y determinación, el piloto italiano del equipo Honda HRC Castrol ha obrado el milagro: este fin de semana, en el Gran Premio de Alemania, volverá a la competición.
El anuncio, confirmado por el equipo Honda, supone el regreso de uno de sus pilotos oficiales apenas mes y medio después de un percance que le provocó una luxación de cadera, daños en los ligamentos de la rodilla, varias fracturas en esternón y clavícula, y un neumotórax. Unas lesiones que habrían mantenido a cualquier otro deportista en el dique seco durante mucho más tiempo, pero que no han podido con la voluntad de hierro del piloto de Urbino.
El propio Marini, aunque exultante por su regreso, se muestra cauto y consciente de que su estado físico aún no es el óptimo. "Estoy realmente feliz de volver, de poder pilotar mi moto de nuevo, ver a todos en el equipo y seguir trabajando en este proyecto", ha declarado el italiano. "No estoy perfecto en este momento, pero la mejor manera de seguir mejorando es pilotar". Su objetivo para el fin de semana alemán es claro y realista: "Este fin de semana se trata sobre todo de recuperar el ritmo para terminar bien la temporada".
La clave para este regreso casi milagroso ha sido un exitoso test privado de dos días que el piloto completó la semana pasada en el circuito de Brno. Esa prueba fue el examen definitivo para evaluar su condición física sobre la exigente Honda RC213V. "El test que tuvimos en Brno la semana pasada fue bueno, y pude entender bien mi condición física", explicó Marini, confirmando que las sensaciones fueron lo suficientemente positivas como para afrontar un Gran Premio completo.
El regreso de Marini es una excelente noticia para la estructura de HRC, que recupera a uno de sus dos pilotos de fábrica. Su compañero de equipo, Joan Mir, que también sufrió una caída en la pasada cita de Assen, ha confirmado estar ya totalmente recuperado y listo para afrontar el desafío de Sachsenring. "Estoy totalmente recuperado de la caída de Assen y he pasado la semana entrenando en el gimnasio, en la bicicleta y en la moto de motocross", aseguró el mallorquín.
Para Mir, la llegada al trazado alemán, tan diferente de los veloces circuitos de Mugello y Assen, es una oportunidad para seguir entendiendo el comportamiento de la Honda RC213V 2025. "Ahora dejamos atrás la caída de Assen y nos centramos en los fines de semana de Alemania y Brno, especialmente Alemania es una pista realmente diferente. De la alta velocidad a centrarnos más en el pilotaje técnico y el agarre en el borde del neumático. Veremos cómo está nuestro rendimiento y si podemos volver a la lucha por el top ten en cada sesión", comentó.
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Para Luca Marini, el desafío será doble. No solo tendrá que lidiar con las secuelas de sus lesiones en uno de los circuitos más físicos y revirados del calendario, sino que también deberá recuperar los automatismos y la confianza perdidos durante este largo periodo de inactividad. Su regreso en Sachsenring, la primera de las dos citas consecutivas antes de las vacaciones de verano, será una prueba de fuego para su resistencia.
