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Aprilia ha decidido que no hace falta tener contrato con un equipo oficial para sentirse piloto de MotoGP. Para eso está la nueva RS 125 GP Replica 2025, la última incorporación a su gama deportiva de octavo de litro, que llega vestida como las grandes y equipada como pocas en su segmento. Si alguna vez soñaste con llevar una MotoGP a la calle, esta es probablemente la manera más cercana de hacerlo… siempre que tengas el A1 o el B con más de tres años.
A simple vista, esta 125 parece haber salido directamente del garaje de Aprilia Racing. La estética calca los colores y gráficos de las RS-GP oficiales que esta temporada pilotan Jorge Martín y Marco Bezzecchi: negro mate agresivo, pinceladas rojas y moradas, y los patrocinadores bien visibles.
El chasis es una joya en sí mismo. Construido en aluminio fundido con vigas de refuerzo, aporta una rigidez sorprendente para su cilindrada. El basculante asimétrico, también en negro mate, remata una parte ciclo que quiere más que rodar por ciudad. En el tren delantero, una horquilla invertida de 40 mm asegura precisión en curvas, mientras que el monoamortiguador trasero ayuda a mantener la compostura incluso si decides apurar frenadas o buscar el límite en una pista.
Y ya que hablamos de frenos, el equipo de seguridad activa no se queda atrás. De serie, incluye ABS de doble canal desarrollado junto a Bosch, que además incorpora un sistema anti-vuelco pensado para evitar sustos en frenadas fuertes. Y para rizar el rizo, Aprilia ha metido también un control de tracción desconectable, algo que no es habitual encontrar en motos de esta categoría. Todo pensado para que el piloto se sienta con confianza… incluso si tiene poca experiencia.
En el corazón de esta mini GP late un motor monocilíndrico de 124,2 cc, refrigerado por líquido, con distribución de cuatro válvulas y homologación Euro 5+. Aunque cumple con la normativa medioambiental más exigente, no ha perdido garra: entrega 15 cv a 10.500 rpm y un par de 11,5 Nm a 8.500 rpm, los valores máximos permitidos para motos de 125 que se puedan conducir con el carnet A1 o B.
La puesta a punto del propulsor ha sido revisada para esta generación, manteniendo el rendimiento pero mejorando la eficiencia y la respuesta en bajos.
Donde la GP Replica marca diferencias es en los detalles. Incluye de serie un sistema QuickShift para subir de marcha sin embrague, una función reservada hasta ahora a motos más grandes o caras. El sistema funciona con precisión quirúrgica, haciendo que cada cambio de marcha sea más rápido y suave, ideal para mantener el ritmo en curvas enlazadas o en conducción deportiva. Además, viene con colín monoplaza incluido, reforzando su imagen de circuito, aunque también se puede sustituir por un asiento de pasajero si te da por compartir la experiencia.
El cuadro de instrumentos es completamente digital y ofrece buena visibilidad. En él puedes consultar desde la velocidad hasta la marcha engranada, el nivel del control de tracción o los kilómetros restantes de autonomía. Todo pensado para que el piloto tenga el control total sin distracciones.
A falta de confirmación oficial, el precio en España se espera ligeramente superior a los 5.699 euros que cuesta la RS 125 estándar. Teniendo en cuenta el equipamiento extra, la decoración exclusiva y el componente emocional de tener una “réplica de carreras”, es muy probable que siga siendo una opción competitiva frente a sus rivales, como la Yamaha R125 o la KTM RC 125.
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