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El Circuit de Barcelona-Catalunya ha sido el escenario de un atípico y fascinante test privado de dos días esta semana, donde el cronómetro ha dictado una historia, pero la variedad de pilotos y máquinas en pista ha contado muchas más. Sobre el papel, Aleix Espargaró y Honda han marcado el ritmo, liderando la tabla de tiempos en ambas jornadas.
Sin embargo, la presencia de estrellas como Maverick Viñales a los mandos de una Moto2 o el eterno Max Biaggi desarrollando una Superbike, ha convertido estas pruebas en mucho más que un simple ensayo de MotoGP.
El piloto de pruebas de HRC, Aleix Espargaró, ha demostrado una velocidad formidable con la RC213V. El jueves por la mañana, aprovechando las buenas condiciones de agarre, paró el crono en un impresionante 1:39.073, mejorando en un segundo completo su propio tiempo del día anterior.
Para ponerlo en perspectiva, su registro fue un segundo más rápido que la vuelta rápida de carrera de Marc Márquez en el último Gran Premio celebrado en este trazado en noviembre de 2024, aunque todavía a cuatro décimas del récord absoluto de Pecco Bagnaia.
Mientras Honda marcaba el paso, en Yamaha se vivía una de las jornadas más cruciales de su historia reciente. El equipo de Iwata trabajó en una doble vía: por un lado, los pilotos del equipo satélite Pramac, Miguel Oliveira y Jack Miller, rodaron con la actual M1 con motor de cuatro cilindros en línea, marcando tiempos muy competitivos.
De hecho, Oliveira finalizó segundo a menos de una décima de Espargaró. Por otro lado, y esta es la gran noticia, el equipo de pruebas con Andrea Dovizioso a la cabeza realizó la primera toma de contacto en pista con el tan esperado prototipo de motor V4.
El propio Dovizioso se encargó de rebajar las expectativas sobre esta nueva máquina, confirmando que se encuentra en una fase muy embrionaria. "El equipo de pruebas está ocupado desarrollando ambas cosas. La moto actual y la nueva moto con motor V4", explicó el italiano a Speedweek.com. "Con la moto nueva solo hemos realizado una prueba de funcionamiento. Todavía no estamos en disposición de evaluar el rendimiento. Los pilotos de fábrica solo probarán el V4 cuando creamos que el rendimiento es lo suficientemente bueno como para que lo sientan y lo entiendan". La diferencia de tiempos entre la M1 actual y el prototipo V4, de más de dos segundos, confirma que el camino por recorrer es largo.
En el box de KTM también hubo motivos para la satisfacción. Pol Espargaró, a pesar de haber ejercido de comentarista de televisión hace apenas unos días, demostró una velocidad sorprendente, situándose cuarto en la tabla. Por su parte, Dani Pedrosa también estuvo en pista, aunque solo durante la mañana del jueves.
En Ducati, Michele Pirro fue el único representante, centrado en un intenso trabajo de comparación entre dos especificaciones de la Desmosedici, completando más vueltas que nadie y sin buscar un tiempo de vuelta rápido.
La gran curiosidad del test la protagonizó Maverick Viñales. Debido a que el reglamento prohíbe a los pilotos de fábrica rodar en test privados con su MotoGP, el de Roses se subió a una Kalex de Moto2 del equipo Ajo para mantenerse en forma. Rodó a un ritmo tranquilo, sin buscar tiempos, en lo que fue una sesión de entrenamiento de altísimo nivel.
No fue el único nombre ilustre no perteneciente a MotoGP, ya que el bicampeón del mundo de 250 cc, Max Biaggi, también estuvo en pista desarrollando trabajando con una Aprilia RSV4 de Superbike.
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Estos dos días de pruebas también dejaron noticias relevantes en la categoría de Moto2. Además de la presencia de una decena de pilotos de la categoría, con Alonso López marcando el mejor crono, destacó la imagen del piloto de Moto3 Ángel Piqueras subido a la moto del equipo MSI que actualmente pertenece a Sergio García Dols, un movimiento que añade más leña al fuego de los rumores sobre la inminente separación entre García y su equipo.
