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Cuando te pasas de la raya en la carretera y encima lo subes a internet con banda sonora épica, no solo te ganas unos cuantos likes, sino también una orden de arresto. Brice Bennett, un youtuber de 22 años de Bloomfield (Connecticut), ha aprendido por las malas que grabarse volando bajo a más de 300 km/h con su moto por autopistas no es precisamente la mejor estrategia de relaciones públicas con la policía.
La historia arranca en diciembre del año pasado, cuando a alguien se le inflaron los... neumáticos al ver a este Valentino Rossi de redes sociales jugándosela en plena vía pública. Una denuncia anónima llegó a la oficina del gobernador y, desde ahí, la cosa fue cuesta abajo... para Bennett, claro.
Los detectives no tuvieron que sudar mucho para identificar al protagonista. Bastó con darse una vuelta por sus redes sociales, donde el chaval colgaba vídeos en los que alcanzaba velocidades cercanas a los 320 km/h (sí, 200 mph para los que piensan en millas). Todo grabado con una cámara instalada en el casco en calidad 4K.
Como si con las imágenes no bastara, Bennett intentó curarse en salud poniendo en las descripciones de sus vídeos una coletilla que decía: “Todo el contenido ha sido grabado en México y no guarda relación con el autor”. Muy creativo... pero igual de inútil. La policía no tardó en desmontar esa coartada: señales de tráfico con nombres como “Hartford” y “Waterbury” dejaban clarito que el escenario no era Cancún, sino Connecticut.
El informe de arresto es contundente: “Una revisión del canal de YouTube reveló numerosos vídeos de conducción temeraria, poniendo en riesgo a otros conductores y con infracciones por no mantener el carril”. Además, señalan que había vídeos grabados en varios estados e incluso en circuitos, pero lo gordo, lo serio, ocurría en plena autopista.
Brice Bennett
El historial digital de Bennett no ayudó en absoluto a su causa. Según la policía estatal, los vídeos muestran “comportamientos peligrosos de manera reiterada” y dejan claro que lo suyo no era una travesura puntual, sino una costumbre preocupante. De hecho, solo el año pasado subió 72 vídeos mostrando sus hazañas de velocidad, y este año ya iba por 16.
Tras emitir varias órdenes de registro sobre sus cuentas sociales, los agentes acabaron confirmando que el joven era el autor de esas pequeñas películas de acción sobre dos ruedas. Así que, este martes, se lo llevaron detenido sin que pusiera resistencia. Fue acusado de conducción temeraria en primer grado, conducción peligrosa y no mantener el carril
“Basándonos en sus cuentas de YouTube e Instagram, se ha comprobado que Bennett conduce de forma temeraria, superando los 135 km/h con total facilidad”, añade el informe. “Realiza adelantamientos peligrosos, generando un alto riesgo de lesiones físicas para él y para otros conductores”.
Ahora, Bennett ha salido bajo fianza de 5.000 dólares (unos 4.700 euros al cambio) y tiene cita con la justicia el próximo 29 de abril en un tribunal de Hartford. Mientras tanto, sus seguidores tendrán que conformarse con repetir los vídeos antiguos... o buscarse un nuevo ídolo menos propenso a acabar esposado.
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En el siguiente vídeo puedes ver algunas de las pruebas recopiladas por la policía: