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Si vas a montar el espectáculo, al menos asegúrate de que puedes escapar. Algo que no tuvo en cuenta un joven de 17 años en Blackpool (Reino Unido), quien protagonizó una persecución de película mientras intentaba huir de la policía con su moto eléctrica.
Todo empezó el pasado 9 de febrero, cuando los agentes intentaron detenerlo sobre las 13:28. Pero el chaval, que iba con ropa de calle y un simple pasamontañas (y sin casco), decidió que era mejor opción retorcer el acelerador de la moto y salir disparado. Lo que quizá no esperaba era que la policía no se lo iba a poner tan fácil; acostumbrados a dejarlos escapar. Esta vez no iba a ser así.
Durante más de una hora, el fugitivo improvisado fue esquivando a los agentes por toda la ciudad. En el operativo participaron varios coches patrulla y hasta un helicóptero, ya que el chico no dudó en lanzarse a toda velocidad por zonas peatonales, cruzando calles, tranvías y hasta parques llenos de niños y paseadores de perros. Vamos, un auténtico peligro sobre ruedas.
Pero esta vez no tendría final feliz para el de la moto eléctrica. La huida terminó cuando los agentes lograron interceptarlo y lo encontraron tirado en mitad de la carretera. Ahí se acabó la aventura. ¿El resultado? La moto eléctrica, confiscada. El chaval, a manos del equipo de delitos juveniles de Blackpool, donde tendrá que estar bajo supervisión durante 12 meses.
Además, le han retirado el carnet de conducir durante un año y no podrá volver a la carretera hasta que pase una prueba de conducción.
La policía, por supuesto, no tardó en pronunciarse sobre el asunto. En sus redes sociales, dejaron claro que esta clase de comportamientos no solo ponen en riesgo a quien conduce, sino también a peatones y otros conductores: "Hemos tenido colisiones mortales y lesiones graves en todo el condado causadas por e-bikes y patinetes eléctricos", señalaron, asegurando que seguirán tomando medidas contra quienes pongan en peligro la seguridad vial.
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Ahora los chavales se escapan hasta en motos eléctricas. Y no son poca broma, precisamente. Modificadas, pueden llegar a alcanzar los más de 100 kilómetros por hora. En Europa, desde los 16 años uno se puede sacar la licencia A1, que permite conducir motos de hasta 125 cc, o sus equivalentes eléctricas de hasta 11 kW.
Aunque no son la panacea, se pueden poner fácilmente a altas velocidades, y teniendo en cuenta el par nada más retorcer el acelerador, pueden ser un peligro en las manos equivocadas.