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Cuando creíamos que ya nada podía sorprendernos del vasto universo de las imitaciones chinas, llega Sukuli y nos demuestra que sí, que todavía hay margen para quedarse boquiabierto. Y es que la marca Sukuli, bajo el paraguas de la empresa Jiangsu Daelg Motorcycle Co., Ltd., se ha sacado de la manga una “S 1000 RR” que, al menos por fuera, es prácticamente un calco de la icónica superbike de BMW.
No hablamos de una inspiración, ni de un “estilo similar”, no. Aquí la cosa va de copiar a mano alzada con un escáner 3D, hasta el punto de que el diseño completo parece haber sido teletransportado directamente desde la S 1000 RR alemana de 2019 (sí, la que aún no llevaba alerones). El carenado, el colín con el subchasis tubular de acero, la horquilla invertida, e incluso las pinzas de freno radiales… todo parece haber sido replicado con una fidelidad casi artesanal.
Hasta los colores de guerra de BMW —ese trío inseparable de blanco, azul y rojo que grita "M Power" desde cualquier ángulo— han sido adoptados por la Sukuli sin el más mínimo rubor, e incluso el icónico logo de la firma alemana.
Pero aquí viene el truco del almendruco: bajo esa fachada de moto de más de 200 caballos, lo que late es un corazón bastante más modesto. El supuesto “motorazo” de cuatro cilindros en línea ha sido sustituido por un bicilíndrico en línea cuya cilindrada oscila, según la propia marca, entre los 250 y los 400 cc. En cifras más concretas, lo más probable es que no pase de los 35 cv y los 140 km/h. Un cordero con piel de lobo…
Ni Euro 5+, ni ABS, ni sueños húmedos de circuitos europeos. La Sukuli S 1000 RR no llegará a nuestras carreteras. Este clon asiático está diseñado exclusivamente para su mercado local o para algunos distribuidores mayoristas que aún creen que una buena estética puede suplir la falta de homologaciones.
Porque eso sí, el precio, al igual que la ficha técnica, no está claro: dependerá del volumen de pedido, del tipo de motor y de lo que uno quiera negociar con el distribuidor de turno.
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Así que si por casualidad te cruzas con una “S 1000 RR” que parece haber salido de un universo paralelo en el que los BMW se fabrican en el Delta del Yangtsé, ya sabes lo que es. No esperes que ruja como una superbike ni que te pida pista en el Jarama. Esto va más de postureo que de prestaciones.
