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La victoria de Marc Márquez bajo los focos de Losail no fue fruto de la improvisación ni de un ataque de pura velocidad, sino de una estrategia meticulosamente calculada y ejecutada a la perfección. Tras bajarse de su Ducati victoriosa, el piloto de Cervera confesó que el Gran Premio de Qatar fue una batalla constante contra el desgaste del neumático delantero, lo que le obligó a pilotar más "de cabeza que de instinto" y a gestionar el ritmo de forma deliberada.
"He ido todo el fin de semana tirando más que de cabeza que de instinto", admitió Márquez a DAZN. "Sabía que tenía unas 10 vueltas del neumático delantero tirando fuerte. Por eso he gestionado, he dejado pasar vueltas". Su principal preocupación era la goma delantera, un punto débil que intentó ocultar durante todo el fin de semana para "no dar pistas a los rivales".
Esta gestión le llevó a no obsesionarse con liderar desde el principio. "No me interesaba nada un inicio de carrera rápido", explicó. Un pequeño error suyo con el gas en la salida, que provocó un toque por detrás de su hermano Álex, permitió a Franco Morbidelli tomar la cabeza inicialmente, pero no alteró los planes del #93: "No me preocupaba Franco (...) me interesaba tener al grupo detrás, un ritmo lento, porque con neumático nuevo detrás, empujas más el delantero y lo degradas".
Su táctica era esperar: "He dejado que bajara el trasero, y cuando empezaba a patinar, me he sentido más cómodo". Incluso ver marchar a Morbidelli entraba en sus previsiones: "He visto que Morbidelli se iba y he dicho 'ya le pillaremos', porque estaba usando mucho el neumático".
🔄🚨 @marcmarquez93 retakes the lead with 7 laps to go! #QatarGP 🇶🇦 pic.twitter.com/0ofS0OVVni
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) April 13, 2025
El momento clave para cambiar el chip llegó con el adelantamiento de Pecco Bagnaia: "Cuando me ha pasado Pecco he dicho 'ahora empieza la carrera', y es cuando me he espabilado". A partir de ahí, Márquez empezó a usar el margen que había conservado. "En las últimas vueltas, cuando he pasado a Maverick, he pegado el tirón que tenía durante los entrenos, pero siempre gastando mucho el neumático delantero (...) he tenido ese extra en las frenadas para machacar el delantero", detalló sobre su ataque final.
Curiosamente, confesó que llegó a confundir a Viñales con otro piloto en plena acción: "Cuando me ha adelantado Viñales, pensaba que era Acosta, porque el año pasado siempre era la mejor KTM", reveló a la señal internacional. Tampoco ocultó, entre risas, su respeto por Bagnaia: "¿Bagnaia? He pensado 'si se escapa, a este no le pillo'".
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Esta victoria cerebral fue fruto de un intenso trabajo previo. "Estuve ayer hasta por la noche aquí, intentando pensar en cómo podía pilotar", confesó Márquez, quien incluso probó sin éxito un estilo diferente en el warm-up. Por todo ello, la satisfacción era inmensa: "Tocaba salvar el error de Austin con una gran carrera aquí, y era un circuito donde Pecco y Álex tenían apuntado para atacar, y nos hemos podido defender bien". Lo definió como un "fin de semana perfecto una vez más".
