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Maverick Viñales sigue adaptándose a su nueva KTM RC16 del equipo Tech3, y aunque el resultado en el Gran Premio de Termas de Río Hondo no fue el soñado, el piloto español logró extraer aspectos positivos de un fin de semana complicado. La carrera sprint del sábado fue un trago amargo para Viñales, quien reconoció haber sufrido para encontrar sensaciones con un nuevo setting en su moto.
Sin embargo, tras una noche de intenso trabajo y un productivo warm-up el domingo por la mañana, el español se plantó en la parrilla desde la posición 19. La suerte jugó a su favor tras el incidente entre Marco Bezzecchi y Fabio Quartararo, lo que le permitió avanzar hasta la posición 18. Poco después, una maniobra de su compañero Enea Bastianini, empujado hacia afuera por Raúl Fernández, le abrió el camino para ganar otra posición.
El dorsal #12 fue progresando, y en la tercera vuelta superó a Somkiat Chantra para colocarse en el puesto 16, rozando las posiciones de puntos. La penalización de vuelta larga para Fernández le brindó otra oportunidad, permitiéndole escalar hasta la posición 15. Desde allí, Viñales se centró en reducir la distancia con Fermín Aldeguer, al que finalmente adelantó en la vuelta 14.
Con el camino despejado, "Top Gun" comenzó a rodar con mayor confianza, recortando la distancia con Jack Miller. La oportunidad llegó en la vuelta 19, cuando logró superar al australiano para colocarse en el puesto 12, a menos de un segundo de Álex Rins. A falta de cinco vueltas, Viñales consolidó su posición hasta cruzar la bandera a cuadros, sumando sus primeros puntos con la KTM.
“Ha sido una buena jornada”, reconoció Viñales. “El sábado por la noche, pensando en cómo mejorar, modifiqué ligeramente mi posición en la moto y funcionó. Me permitió mantener una velocidad constante en curva y detener mejor la moto. El resultado no es el que quería, pero en cuanto al ritmo, no fuimos mal. Teníamos el mismo ritmo que los pilotos oficiales de KTM, que tienen más experiencia con esta moto, y eso es un buen signo”.
A pesar del avance, Viñales no ocultó cierta frustración por el resultado: “El resultado es frustrante, pero si consideramos el proceso que estamos atravesando, no está mal. Estamos viendo la luz. Debemos intentar dar un paso adelante cada fin de semana, sabiendo que comprender completamente una moto lleva tiempo y no es sencillo. Pero es mejor así, que tener la certeza de tener entre manos una moto no competitiva. En general, tenemos que ser realistas. No estamos al nivel de Ducati, pero podemos luchar con otros fabricantes, por eso es importante progresar de forma constante”.
El próximo desafío será en Austin, una pista que trae buenos recuerdos a Viñales, ya que en 2024 logró un doblete allí con Aprilia. “Podría ser el circuito del cambio. El año pasado fui muy fuerte y en esta ocasión intentaré dar el máximo en la vuelta rápida”, concluyó con determinación.
Por su parte, su compañero en el Tech3, Enea Bastianini, vivió una carrera para el olvido en Termas. El italiano, que partía desde la vigésima posición, protagonizó una gran salida y logró ganar seis posiciones en la primera vuelta. Sin embargo, su carrera se torció tras una maniobra agresiva de Raúl Fernández en la curva 9, que lo empujó hacia el exterior y provocó su caída sobre el césped.
"Mi carrera terminó temprano después de que Raúl Fernández me empujara en la curva 9 y me hiciera caer. Fue una lástima, porque había hecho una salida muy fuerte y ya estaba luchando por la posición 13 en la primera vuelta", explicó Bastianini.
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Pese al incidente, Bastianini se reincorporó a la carrera para acumular kilómetros y sensaciones con su KTM, aunque le faltaba el alerón izquierdo. “Nuestro ritmo fue bueno hoy a pesar de la sensación extraña sin una de las alas. Los neumáticos se degradaron bastante en las últimas vueltas, pero lo di todo en la mitad de la carrera para intentar volver. Al final, logramos recortar la distancia y, al menos, no terminé último. Ha sido una carrera desafortunada para nosotros”, lamentó.
