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Los test de Sepang han dejado claro que Honda sigue en plena reconstrucción, con algunos pilotos viendo avances y otros sintiendo que aún queda un largo camino por recorrer. En el caso de Luca Marini, la sensación es más de frustración que de optimismo. El italiano terminó 15.º, a 1.2 segundos del mejor tiempo de Álex Márquez, mientras que su compañero de equipo Joan Mir (8.º a 0.7s) y Johann Zarco (7.º a 0.7s) lograron tiempos más competitivos.
A pesar de haber probado muchas configuraciones, Marini admite que la distancia con los rivales sigue siendo considerable y que aún no está claro cuánto han progresado en relación con las demás marcas. “Aquí en Malasia hemos probado muchas cosas y, por suerte, tuvimos tres días para hacerlo”, explicó. “Descartamos algunas, nos quedamos con otras que han mejorado el paquete, pero todavía no es suficiente porque estamos muy lejos de los demás”.
Para el piloto de Urbino, la gran duda es si el paso adelante que ha dado Honda es suficiente para mantenerse en la pelea. “Nosotros hemos dado un paso, pero hay que ver qué han hecho los demás. Si ellos también han dado uno, estamos en la misma situación que en 2024. Si han dado dos, estamos aún más lejos. Y si no han mejorado nada, nos habremos acercado”, reflexionó.
Uno de los puntos clave en Sepang ha sido la evaluación del nuevo motor Honda, que Marini ha probado en la última jornada. “Va un poco mejor, pero seguimos lejos”, sentenció sin rodeos.
La gran preocupación del italiano sigue siendo la falta de potencia y velocidad punta, algo que complica las maniobras de adelantamiento en carrera. “Hemos mejorado en la frenada y la entrada en curva, pero nos falta motor y velocidad. Esas son las claves para tener más potencial en el futuro, sobre todo para adelantar. En carrera sufrimos mucho con los adelantamientos, luego la temperatura sube y tenemos siempre los mismos problemas”, explicó.
El desarrollo del propulsor ha sido un desafío para Honda, especialmente tras los múltiples cambios en la estructura de trabajo de la fábrica japonesa. “Los ingenieros no han tenido mucho tiempo, han cambiado muchas cosas en el funcionamiento del motor”, señaló Marini. Sin embargo, hubo un aspecto positivo: “La entrega de potencia es muy buena y la conexión con el gas es fantástica, pero ahora necesitamos sacar más caballos”.
Otro de los aspectos que preocupa a Marini es que, aunque Honda ha trabajado en su moto, los rivales también han seguido evolucionando. Yamaha, que ya estaba un paso por delante en 2024, ha seguido avanzando, lo que deja a Honda con una brecha aún por cerrar. “Ellos partían desde un escalón más alto y han dado un paso adelante. El problema es que nosotros salimos desde más atrás, así que necesitamos un paso extra”, explicó.
Dentro de lo positivo, Marini ha encontrado que la Honda 2025 es más fácil de manejar, lo que le permite ser más constante en ritmo de carrera. “La moto es más fácil de pilotar, sobre todo para gestionar el paso por vuelta. En carrera puedes mantener un buen ritmo”, comentó. Sin embargo, la historia cambia en la clasificación: “En la qualy es dificilísima y te la juegas muchísimo”, reconoció.
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Con el próximo test en Tailandia programado para el 12 y 13 de febrero, Honda tendrá su última oportunidad para seguir mejorando antes del arranque del campeonato. Mientras Joan Mir ha encontrado razones para ser más optimista con la nueva moto, Marini sigue sin encontrar esas mismas bondades.