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La Yamaha Ténéré 700, esa máquina que ya ha conquistado dunas, montañas y rallies extremos, acaba de llevar la palabra "aventura" a un nivel completamente nuevo. ¿Cómo? Pues con un salto mortal hacia atrás. Sí, un backflip con una moto de 205 kilos. Si creías que las leyes de la física eran universales, Jérémy Rouanet, piloto francés de freestyle, acaba de demostrar que con la preparación adecuada y un par de... agallas, puedes reescribirlas.
Esta hazaña no es cosa de improvisar. La Ténéré 700 que Rouanet utilizó para desafiar la gravedad es una versión Rally Edition preparada al detalle por el Ténéré Yamaha Rally Team. ¿Las claves del éxito? Una mezcla de accesorios GYTR (Genuine Yamaha Technology Racing) y un escape Akrapovič, que no solo añade un toque extra de potencia, sino que hace que esta moto suene como un verdadero megáfono del infierno.
El equipo no dejó nada al azar: desde ajustes en la suspensión hasta elementos que reducen peso para lograr esa maniobrabilidad necesaria. Y es que, aunque esta moto sea capaz de soportar viajes de miles de kilómetros, aquí lo importante no era recorrer distancias, sino desafiar la gravedad.
El vídeo del salto no deja espacio para dudas. Rouanet no solo hace un backflip perfectamente ejecutado, sino que también se permite añadir algunos "Superman seat grabs" y giros al estilo 'whip' para calentar al público. Pero, obviamente, el clímax llega cuando este piloto eleva la Ténéré hacia el cielo y la gira como si fuera un juguete de plástico, aterrizando con una suavidad que parece casi insultante.
Imagina por un momento la presión: una moto de 205 kilos no es exactamente un juguete de motocross. Pero Rouanet hace que parezca sencillo, demostrando no solo su habilidad, sino también la capacidad de la Ténéré para adaptarse incluso a los retos más extremos.
Esta hazaña es solo una página más en el libro de aventuras de la Ténéré 700, una moto que no parece tener límites. Antes de esta locura freestyle, ya había demostrado su valía en competiciones de hard enduro con Pol Tarrés, otro piloto que ha puesto a la Ténéré en situaciones donde una moto de este tipo no debería sobrevivir... pero lo hace.
Con Tarrés al manillar, la Ténéré ha alcanzado los 6.675 metros sobre el nivel del mar, ganado su clase en la Hixpania Hard Enduro y hasta terminado en el puesto 77 en el Red Bull Erzbergrodeo, enfrentándose a ligerísimas motos de 300 cc diseñadas específicamente para esa tortura.
La gran pregunta es: ¿qué más puede hacer esta moto? Si ya tiene un récord mundial de altitud y ahora está dando volteretas hacia atrás, las posibilidades parecen infinitas.
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