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¿Te acuerdas de la espectacular Honda CBR600F Castrol que Pere Riba llevó al límite en los circuitos? Pues resulta que esta joya está a la venta, y no hablamos de cualquier moto, sino de un pedazo de la historia del motociclismo. Para los despistados, Pere Riba Cabana, nacido en Matadepera en 1970, fue un piloto español especialista en Supersport y bicampeón de España (1993 y 1996).
Aunque sus inicios en el Campeonato del Mundo de 250 cc no fueron gloriosos (cero puntos en las temporadas del 93 y 95), su talento brilló en las competiciones de motos derivadas de serie. Entre 1996 y 2007, se labró una sólida carrera en el Mundial de Superbikes y Supersport, acumulando un total de seis podios. Tras colgar el mono en 2007, Riba se reinventó como probador de Kawasaki y más tarde como jefe del equipo oficial de la marca, trabajando con pilotos como Jonathan Rea.
En ese contexto, la Honda CBR600F Castrol que pilotó en el Mundial de Supersport se convirtió en un ícono. Una moto que no solo llevaba los colores del mítico patrocinador Castrol, sino que también estaba equipada con piezas de fábrica que hacían salivar a cualquier amante del motor.
La Honda CBR600F4 que está en subasta no es cualquier unidad. Según el vendedor, Mark Lane, esta moto fue ensamblada a partir de las mejores piezas de las cinco motos del equipo Castrol Honda con las que Pere Riba compitió. Estamos hablando de una máquina única, usada como moto de exhibición en Europa tras la temporada 2000. Aunque el mejor resultado de Riba con esta moto fue un tercer puesto en España, la moto cuenta con un pedigrí impresionante.
Su motor fue reconstruido por Tony Scott Tuning LTD, quien preparaba motores para Honda Factory Racing en la época. Aunque apenas se ha encendido tras su restauración, tiene todos los papeles en regla y promete un rendimiento a la altura de sus días gloriosos.
Entre los componentes exclusivos destacan un radiador sobredimensionado, carenados de carbono-kevlar, instalación eléctrica de fábrica y un escape completo de titanio Akrapovič. Además, incluye el manual de configuración del kit de competición HRC y un listado de piezas originales.
La moto ha pasado los últimos 12 años en un museo en Sorrento, Canadá, bajo condiciones ideales: sin gasolina, sin batería y en un ambiente controlado. Eso sí, quien quiera ponerla en marcha deberá alimentarla con gasolina de 98 octanos o superior.
Actualmente, la puja va por 3.100 dólares canadienses (unos 2.300 euros) y se cerrará el próximo 11 de diciembre. Considerando la exclusividad y el estado de esta moto, parece un regalo. Si la nostalgia te pica fuerte y tienes el presupuesto para traerla desde Canadá, esta podría ser la oportunidad de tu vida. La puedes encontrar en este link de iconicmotorbikeauctions.com.
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El vendedor afirma que esta CBR600F sería aceptada en prestigiosos eventos como el Goodwood Festival of Speed. Imagina llevar esta leyenda de las pistas a uno de los eventos más exclusivos del mundo. El rugido del motor Tony Scott combinado con los colores de Castrol... ¡es para poner la piel de gallina!