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Un buen concesionario plagado de motos puede ser todo un museo. Por ejemplo, el de Rotate Motorcycles en Inglaterra. Si estás buscando una superbike de altos vuelos, puede que sea uno de los lugares más exóticos a los que acudir. O simplemente para ir, echar un vistazo y alucinar con las bestias que tienen allí expuestas… O tenían, más bien.
El concesionario ha pedido ayuda públicamente después de que la exposición de motos fuese atracada por unos ladrones que se llevaron diez motos al amparo de la oscuridad. Muchas de ellas eran muy, pero que muy especiales, ediciones limitadas que costaban un auténtico pastizal, según ha escrito el propio concesionario a través de las redes sociales y medios de comunicación.
Su propietario, Ross Allison, explicó que las motos fueron robadas entre la una y las cuatro de la mañana del pasado martes 21 de mayo. Solo por mencionar algunas de las robadas, se encontraban Ducati Panigale V4 Speciale de 2019, una Yamaha R19, dos Ducati Panigale V4S y hasta una Kawasaki Z H2.
“Los ladrones atravesaron la propiedad vecina para evitar las puertas principales y el circuito de cámaras. Luego entraron a nuestro complejo desde la valla trasera. Después, lograron entrar por la puerta trasera forzando la entrada”, decía el pobre hombre, víctima de uno de los robos más espectaculares y lucrativos.
“Habían robado una camioneta de un negocio local media hora antes, que luego llevaron hasta nuestro concesionario para cargar las motos. No se llevaron ningún equipo, ni piezas, ni nada por el estilo. Se centraron únicamente en las motos”, denunciaba el hombre en declaraciones al medio MCN. Al parecer, también se llevaron algún que otro casco, y se dieron cuenta después.
La empresa fue levantada con el sudor de su dueño, que invirtió 90.000 libras (más de 105.000 euros) de su propio dinero para despegar el vuelo, comprando motos usadas de alto nivel y vendiéndolas después. Ya podemos ver su catálogo que son exclusivísimas máquinas, desde deportivas para circuito hasta naked de altos vuelos como la Kawasaki H2.
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“Acabo de levantar la empresa con mucho esfuerzo. No hay inversores ni respaldo, es puramente mi taller, mi concesionario, conmigo y otro mecánico, además de un empleado a tiempo parcial”, lamentaba el hombre.
“Es la primera vez que sucede algo así, y es desgarrador”, enfatiza. “Dimos la vuelta, vimos la puerta abierta y entramos corriendo. Como teníamos tantas motos y había tantos huecos vacíos en la sala de exposición, tuvimos que sentarnos y asimilarlo”. Y efectivamente, las diez superbikes habían volado. Pero no solo eso.
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Al parecer, también se llevaron otras joyita todoterrenos que tenían por allí, como una KTM EXC 300 Hard Enduro de 303, una KTM EXC 250 de 2015 y hasta una Husqvarna TE300 2022. Probablemente uno de los robos más caros de los últimos tiempos. Al hombre no le queda más que mantener la esperanza para que todas sus motos aparezcan, o bien que tenga un buen seguro para cubrir los gastos.
