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La DGT aprovechó la última Conferencia Internacional de Seguridad Vial de la Moto celebrada en Zaragoza para poner el foco en la alta siniestralidad que sufre el sector de las dos ruedas en España. Pese a que la motocicleta solo representa el 3% del volumen de tráfico total en nuestro país, uno de cada cuatro fallecidos en accidente de tráfico es un motorista, un dato preocupante que se traduce en un incremento del 37% en el número de motoristas que han perdido la vida en la última década en las carreteras españolas.
La Dirección General de Tráfico está preparando un paquete de medidas con el fin de frenar la escalada de víctimas mortales que sufre nuestro colectivo; hace unas semanas, el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ya anunció cambios importantes a la hora de convalidar el carnet B de coche con el A1 de motocicleta (motos de hasta 125 cc y 15 cv), un trámite que dentro de poco dejará de ser automático y que obligará a los conductores de coche a completar un curso obligatorio similar al que ya se imparte en otros países de nuestro entorno como Alemania o Francia.
Sin embargo, para la DGT esto no es suficiente; los últimos estudios llevados a cabo por este organismo revelan que el 70% de los accidentes mortales en el sector dos ruedas se producen en carretera, y solo un 30% en ciudad. Las estadísticas dicen que la mitad de los fallecidos en accidente de moto son como consecuencia de una salida de vía, destacando la franja de edad entre los 35 y 54 años, con al menos 10 años de carnet A y motos de 750 cc o más de cilindrada.
En resumen, según la DGT, son los motoristas más experimentados y con motos de mayor potencia los que tienden a sufrir más accidentes mortales, una situación que Pere Navarro quiere cortar de raíz. El Director de la DGT dijo en esta última Conferencia Internacional de Seguridad Vial de la Moto que las motocicletas "de 200 caballos y 200 kilos de peso" están hechas "para correr en circuito", destacando que su uso en carretera supone "un especial peligro" para aquellos motoristas que se ponen a sus mandos.
Para tratar de frenar esta preocupante tendencia, Navarro ha anunciado un paquete de medidas que la DGT todavía está cocinando y que pronto darán a conocer; entre los cambios que se incluirán, la DGT tiene previsto endurecer los exámenes de conducción para acceder a motos de alta cilindrada, con pruebas en carretera más exhaustivas, y también exigirán a los fabricantes mejorar la dotación tecnológica de sus motocicletas para hacerlas más seguras tal y como ocurre en el mundo del automóvil.
Navarro también adelantó otra de las medidas que la DGT lleva tiempo preparando, y no es otra que el uso obligatorio de un sistema de airbag ya sea integrado en la propia chaqueta del motorista o bien como chaleco independiente. De momento la propuesta sigue en el aire, pero Navarro y la DGT trabajan para hacer de este accesorio una prenda obligatoria en los desplazamientos en moto fuera de las ciudades, al igual que el uso del casco integral, guantes y calzado homologados.
Fernando Grande-Marlaska, Ministro de Interior, aprovechó su participación en esta Conferencia Internacional de Seguridad Vial de la Moto para recordar que "en España, la motocicleta supone el 25 por ciento de las personas fallecidas, pero menos del 3 por ciento de su movilidad motorizada,. Tenemos que reducir este diferencial, pero solo lo podremos hacer con políticas integrales que, de acuerdo con los principios del sistema seguro, impacten sobre todo en los pilares relacionados con el vehículo, la persona, la infraestructura, los datos y la gobernanza. Este enfoque integral, exige el compromiso de todos y todas y esta Conferencia Internacional es muestra de ese compromiso entre la administración responsable de las políticas de seguridad vial y la asociación de fabricantes de motocicletas, a quienes he solicitado que aceleren la implantación de los sistemas de seguridad y que continúen colaborando con la Administración en la formulación de políticas de seguridad vial eficaces".
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Jordi Bordoy, presidente de ANESDOR, destacó en este mismo encuentro que "debemos ser exigentes a la hora de implementar medidas en materia de seguridad vial. Debemos gestionar eficazmente los presupuestos disponibles y poner el foco en los principales problemas. No podemos adoptar decisiones que perjudiquen la movilidad sin aportarnos ninguna solución. Porque también debemos proteger el derecho a la movilidad de las personas. No podemos renunciar a la necesidad de facilitar el acceso a una buena movilidad a todos los estratos de la sociedad".
