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Cuando Ducati hace algo, lo hace a lo grande. Sus últimas colaboraciones no han sido precisamente moco de pavo, y han dado la vuelta por todo el mundo. Sin ir más lejos, los de Borgo Panigale sacaron hace no mucho una exclusiva colaboración con el fabricante británico de coches Bently. Sobre la base de la Diavel sacaron una lujosa moto de 58.000 euros y unidades limitadas.
Ahora la curiosa colaboración llega con una marca de ropa. Algo que no habíamos presenciado prácticamente nunca en el mundo de las motos. No es una marca cualquiera, sino probablemente una de las más caras y exclusivas del mundo: Supreme. Han envuelto a la Streetfighter V4 con una preciosa y llamativa librea.
Parece que es fetiche para los italianos el utilizar a la Streetfighter V4 S como base para sus motos más exclusivas. Además de bonita es rápida, con el mismo motor Desmosedici Stradale V4 que se encuentra en la Panigale V4 S. 208 CV, es una máquina de matar. Y esta es una pieza inigualable, porque saldrá en edición limitada.
No se han roto mucho la cabeza con el resto de la moto, como suelen hacer con este tipo de ediciones. La verdad es que las especificaciones de la moto son idénticas a la de serie. Lo único que cambia es, evidentemente, la decoración, que presenta los colores corporativos de Supreme, rojo y blanco, y algunos patrocinadores desperdigados por el carenado, como Shell.
La moto ha sido diseñada por el mismísimo Aldo Drudi, una leyenda viviente de los diseños de cascos y motos. Las franjas rojas y blancas envuelven y suben por toda la carrocería delantera de la moto y el tanque, donde queda impreso en grande el logo de la marca de ropa. Otro toque distintivo son las llantas en color blanco,
Para rematar esta edición especial, y para los ricachones fanáticos de la marca, Arai también ha sacado su casco fetiche con los colores de Supreme, para ir a juego con la moto.
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Lo que no han desvelado los italianos es el precio de esta moto, ni el número exacto de unidades limitadas que saldrán a la venta. Pero en cualquiera de los casos ya podemos intuir que su precio de venta no será precisamente bajo (la última Centauro costaba 70.000 euros), mientras que no suelen sacar más de 500 unidades, dependiendo del modelo y la serie. Una apuesta solo apta para los más caprichosos en esto del mundo de las motos. Y la experiencia nos dice que vuelan del stock.