 Por John Fernández @johnnyfumi |
A Yamaha se le acaba el tiempo para convencer a Fabio Quartararo. Al galo se le termina la paciencia y los japoneses están a punto de perder al que era su piloto talismán hasta ahora y quien les concedió un título mundial, el primero desde la gesta de Jorge Lorenzo en 2015. La situación ha cambiado radicalmente dentro del box: la M1 ya no es competitiva, y el francés da un ultimátum antes de ejecutar su plan a lo Marc Márquez.
Los dos años de renovación que firmó Fabio Quartararo en 2022 (y hasta 2024) han tenido su pico de sufrimiento este pasado 2023. Una temporada muy difícil, la primera en la que Yamaha no gana una carrera desde 2003. Y como él, la gran mayoría de la parrilla termina contratos a finales de la próxima temporada, por lo que pocos esperarán hasta el último momento para mover las fichas.
El mercado de pilotos se moverá rápidamente, eso está más que claro. Y para muestra de ello, ni siquiera ha empezado la temporada 2024 y Quartararo ya está metiendo mucha presión a Yamaha para convencer al piloto de su proyecto. “Por supuesto, como piloto, Yamaha me dio la oportunidad de estar en MotoGP”, empezó narrando Quartararo a Autosport, en referencia a su puesto en el equipo satélite.
A cambio, comenta, "les di un título, la relación es buena, y como piloto me encantaría seguir con Yamaha, volver a conseguir victorias". Quartararo es consciente de la situación, pero no se rinde: “Hemos estado en lo más alto, en lo más bajo y me gustaría volver a lo más alto”. Sin embargo, hay un problema de fondo: que no hay tiempo, o eso trata de contar Fabio: “Pero la cuestión es que tenemos muy, muy poco tiempo para hacerlo, especialmente para estar convencido de que es un proyecto ganador”.
No le da miedo irse: “Por supuesto, si siento que no tengo un proyecto ganador y tengo que irme, por supuesto que tendré que dar ese paso. Pero veo que Yamaha está presionando mucho y me encantaría volver a estar en la cima de la clasificación con ellos”.
En toda esta papeleta, la próxima temporada entran en juego las concesiones para los japoneses. Yamaha, al igual que Honda, gozarán de una serie de privilegios, entre los que se incluyen el desarrollo gratuito de motores y test sin restricciones, incluyendo pilotos oficiales y más neumáticos de prueba.
Si no es suficiente, Quartararo tomará la decisión de irse, y ya está valorando otras opciones de futuro. Opciones que ya han tomado otros pilotos como Marc Márquez o sin ir más lejos, su ex compañero de equipo, Franco Morbidelli. Ambos tienen en común un destino: Ducati. Y Quartararo tiene el ojo puesto en ellos.
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“Por supuesto que es muy interesante para mí ver qué va a pasar el año que viene con Marc”, adelanta Fabio, que tampoco pierde el ojo a Franco: “Especialmente con mi compañero, Morbidelli”. Por eso revela que “estoy interesado en ver qué hará con una Ducati de fábrica y qué tan rápido puede adaptarse, porque estuvo los mismos años que yo en una Yamaha”.
