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El LCR Honda Team podría contar con un único piloto en la próxima ronda de Tailandia si Álex Rins finalmente se queda en casa recuperándose de su lesión. El piloto catalán se vio obligado a retirarse del último Gran Premio de Australia durante la mañana del sábado a causa del intenso dolor que sigue arrastrando en su pierna derecha fruto de la fractura de tibia y peroné que sufrió el pasado mes de junio en Mugello.
El dorsal #42 venía de haber completado en Indonesia su primer fin de semana completo después de cuatro meses de intensa rehabilitación; primero lo intentó en Japón, pero le fue imposible superar el viernes a causa del dolor, y le cedió el asiento de su RC213V a Stefan Bradl.
Tras casi dos semanas de descanso, el barcelonés volvió a probar en suerte en Mandalika, y aunque el dolor seguía ahí, pudo disputar todas las sesiones y llegó incluso a ser la mejor Honda del domingo con una novena posición en carrera.
Cuando parecía que Rins ya estaba más o menos recuperado -aunque no al 100%-, el dolor en su pierna derecha se intensificó al término de la primera jornada del Gran Premio de Australia, de modo que el sábado, tras someterse a varias pruebas en un hospital de Melbourne, acordó con su equipo regresar a España lo antes posible para verse con sus médicos de confianza y tratar de determinar el origen de este sufrimiento.
"Me he hecho una resonancia magnética aquí en Melbourne y en principio estaba todo bien, no se veían fracturas ni lesiones, pero el dolor sigue ahí, así que el domingo me iré a Madrid para ver qué hacer", lamentaba el dorsal #42 sobre su situación médica.
Rins reconoció que "no es un momento fácil para él", y ahora toca "ver qué camino seguir" para intentar correr estos últimos grandes premios con el LCR Honda Team antes de su cambio a Yamaha: "Si me encuentro bien y los médicos tienen una opinión positiva, iré a Buriram, de lo contrario me quedaré en casa. No olvidemos que mi plan inicial era volver en Sepang. No es una situación fácil y estoy muy nervioso, lo noto hasta en el estómago".
Por sus palabras, parece difícil que Álex Rins vuele esta semana desde España hasta Tailandia para subirse a su RC213V; su maltrecha pierna derecha sigue sin recuperarse, posiblemente por haber recortado a la mitad un periodo de recuperación que, para el resto de mortales, se extiende habitualmente hasta los ocho o nueve meses antes de poder retomar cierto nivel de actividad física.
Con su presencia en Mandalika totalmente en el aire, Honda no cuenta ahora mismo con un sustituto que aporte ciertas garantías al equipo de Lucio Cecchinello. Su probador, Stefan Bradl, ya ha dicho a Speedweek.com que no estará en Tailandia al tener programado un importante test esta misma semana en Jerez, concretamente el martes y el miércoles: "Regresé de Melbourne el domingo a las 7:00 de la mañana y aterricé en Múnich. Tengo un test en Jerez el martes y miércoles de esta semana y hoy vuelo a España. Así que no puedo correr con el LCR en Tailandia".
De hecho, el LCR Team ya tuvo que competir con un único piloto en Australia tras la repentina baja de Álex Rins a pesar de que Bradl se encontraba en Phillip: "En nuestros planes no entraba correr en Australia. Estaba allí ayudando a HRC", cuenta el alemán, que tuvo que coger un vuelo de regreso el domingo por la mañana.
Los pilotos Honda del Mundial de Superbikes tampoco podrán reemplazar a Álex Rins al coincidir la próxima ronda de Jerez (28 y 29 de octubre) con el Gran Premio de Tailandia de MotoGP, por lo que HRC sólo cuenta con un último cartucho que ya fracasó en su última sustitución: Takumi Takahashi.
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El japonés fue llamado por Honda en la pasada cita del Gran Premio de San Marino para sustituir a Rins; sus tiempos fueron de todo menos competitivos, y tras acabar el FP2 del sábado a cinco segundos del mejor crono de referencia, Takahashi no superó el corte mínimo que establece el campeonato y se tuvo que apear de la RC213V antes del arranque de la Q1, dejando a Takaaki Nakagami como único representante del LCR Honda Team en las dos carreras de Misano.
