 Por John Fernández | Foto: Michelin@johnnyfumi |
Maverick Viñales saboreaba hoy la que podría haber sido su primera victoria con Aprilia en MotoGP. Pero no, un rapidísimo Jorge Martín se la robaba en sus narices. No contento con ello, los recién operados Luca Marini y Marco Bezzecchi arramplaban con la RS-GP de Viñales, que veía cómo pasó de liderar una carrera con una importante diferencia a ni siquiera poder subirse al podio.
Al parecer, la goma trasera terminó pasando una mala jugada a Viñales a falta de seis vueltas; justo cuando ya estaba saboreando el sabor de la primera victoria. A pesar de ello, a su llegada a boxes el piloto se mostró contento con su plantilla: “Estoy realmente orgulloso de mi equipo. Sin embargo, es obvio que todavía tenemos que mejorar un poco nuestro rendimiento”.
Explica que el haber perdido esa primera victoria se debe a que “a seis vueltas antes del final, el neumático trasero falló repentinamente. No había nada que pudiera haber hecho. No tuve oportunidad de defenderme".
Realmente, Viñales narra que el fallo del neumático “no tiene nada que ver con él, sino con nuestra moto”. Sin saber a ciencia qué es lo que pasó, declara que “tenemos que descubrir qué pasó allí y prepararnos aún mejor para mañana”. Y no deja de lado sus “fantásticas sensaciones al inicio de la carrera”.
Ahondando más en el tema, señala que “el agarre desapareció sólo seis vueltas antes del final, muy temprano. Eso nunca había sucedido antes de este fin de semana. En la carrera principal quiero probar el compuesto medio. ¡Es obvio que el neumático blando no aguantó!”.
Confía en que pilotó “de forma conservadora, mantuve ambas ruedas en la pista y aun así pude conseguir una ventaja de un segundo. Entonces, de repente, perdí todo control”, lamenta el de Roses, que vio como pasó de sacar más de un segundo de ventaja a sus contrincantes a perder toda la superioridad en menos de una vuelta.
Resiliente, Viñales cree que “no hay ningún motivo para quejarse. Lideramos la carrera, luchamos, ahora seguimos adelante y nos concentramos en la siguiente tarea. Por eso dije antes que estoy orgulloso de mi equipo”.
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Mala suerte para ambos pilotos de Aprilia, porque si Viñales veía cómo se le esfumaba la primera plaza y hasta el podio, Espargaró no pudo hacer nada por evitar la caída en la segunda vuelta en la que se llevó puesto a Brad Binder y su KTM.
