 Redacción @todocircuitoweb |
Fabio Quartararo está atravesando su temporada más dura en Yamaha. Con sólo un podio en diez carreras -fue tercero en Austin-, el piloto francés está totalmente irreconocible este año, condicionado por una Yamaha M1 que sigue sin estar a la altura de sus rivales y con la que marcha 11º en la general del campeonato, lejísimos del líder, Pecco Bagnaia, que le aventaja en 178 puntos.
En una entrevista reciente ofrecida a DAZN, el piloto galo no oculta que "hemos tenido dificultades, sobre todo en la evolución de la moto", una situación que también ha acabado afectando a la propia confianza de un Fabio que, como cualquier otro deportista, también ha llegado a desconfiar de su propio talento.
"Al 100% mentalmente no estaba. Pasas de luchar por un campeonato a un Top 10. Mentalmente fue muy difícil para mí. Por eso, esta segunda parte la quiero afrontar de una manera un poco diferente", declara el que fuera campeón de MotoGP en 2021 y uno de los pilotos que llegaron a liderar el campeonato durante la primera mitad del curso pasado.
Fue precisamente en ese momento, en pleno ecuador del año 2022, cuando el dorsal #20 aceptó la renovación que le ofrecía Yamaha por dos temporadas más, un acuerdo en el que Quartararo exigió ciertas garantías técnicas a los de Iwata que, en palabras del francés, "no se han cumplido".
Fabio sabe que mejorar técnicamente la moto "es difícil", pero eso no le desanima a la hora de "poner mucha presión y trabajar mucho" para alcanzar a las fábricas europeas: "Cuando renové estaba en una situación en la que venía de ser campeón del mundo en 2021, renové siendo líder del campeonato en 2022 y sobre todo con muchísimas cosas que quería como garantía de material. Para este año no ha sido el caso. Ahora estamos trabajando mucho, Yamaha está trabajando, presionamos mucho a los ingenieros para tener una moto con la que luchar el año que viene. ¿Si la tendremos? No lo sabemos".
Cuestionado sobre qué debe cambiar internamente en Yamaha para dar ese paso adelante tan necesario, Quartararo cree que "es un poco de todo", señalando "la actitud" como una de la prioridades a mejorar dentro de la fábrica de Iwata: "Creo que la forma de trabajar en Europa es más abierta, y en Japón son un poco más cerrados, quieren que sea todo en Japón. Poco a poco Yamaha se está abriendo y contratando a ingenieros europeos, están dejándoles trabajar un poquito más. Poco a poco durante el año se han abierto, aunque falta mucho. Es algo que tiene que cambiar, estamos en el nivel más alto de las motos"
Al igual que el año pasado, Yamaha ha vuelto a prometerle una gran moto a Fabio con vistas a 2024; el galo dice "no querer entrar en detalles" cada vez que pregunta en Japón sobre los avances de la moto, y opina que son "son mejores los actos que las palabras", señalando el próximo test de Misano como una fecha clave para entender cómo pueden ir las cosas el año que viene: "Mejor que palabras son actos. Los tendré en el test de Misano, a partir de ahí podremos hablar, pero hacerlo antes de probar el prototipo de 2024 es hablar por hablar. (...) Creo en la marca, y creo que harán algo muy grande".
Leer también: "Joan Mir probablemente dejará Honda y se irá a Ducati el año que viene", adelanta Pernat
Por último, abordando la futura llegada de Alex Rins a Yamaha, Quartararo destaca lo importante que será para él tener a un piloto del calibre de Rins en su mismo box, recordando los meses que pasó junto a Maverick Viñales: "Con Maverick la primera parte de 2021, más que ayudar en la parte técnica, es empujarse al máximo a nivel de pilotaje. Rins es un piloto muy fuerte, muy rápido, es el único piloto que este año ha ganado una carrera fuera de Ducati, lo conozco desde hace muchos años. Creo que como pilotos nos empujaremos al límite y podremos extraer mucha información de nuestra moto", concluye el galo.
