 Redacción @todocircuitoweb |
Semana de descanso para los pilotos de MotoGP tras un intenso y caluroso Gran Premio de España de MotoGP. Aprovechando que estos días no hay compromisos deportivos, Álex Márquez se ha dejado caer por el programa Martínez y Hermanos de Movistar 0, un espacio que el piloto de Cervera compartió junto a los cantantes Andy y Lucas además de la influencer María Pombo, cuya pareja, Pablo Castellano, también es cercana al entorno de los Márquez.
En un tono absolutamente distendido y de humor, el piloto del Gresini Racing compartió algunas anécdotas y vivencias personales desconocidas hasta ahora, por ejemplo el gusto que tiene su hermano Marc por las inocentadas, unas bromas de las que Álex y la gente que trabaja con ellos suelen ser víctima con frecuencia.
"Me han hecho muchas inocentadas, porque mi hermano es un cabrón, así tal cual", reconoce Álex entre carcajadas. "A Jose -asistente de Marc- le hicimos una muy buena, que había fantasmas en el hotel. Pusieron altavoces por la habitación, le veían por una GoPro. Se descargaron una aplicación que era de miedo, y se escuchaban ruidos. Estaba 'cagao'. Se fueron a buscarle cuando vieron que se iba de la habitación", comenta el catalán entre risas.
Durante unos minutos, su discurso fue algo más serio, e incluso habló de MotoGP y de la moto que está disfrutando en estos momentos, la Ducati Desmosedici GP22, un prototipo que parece encajar como un guante con el estilo del bicampeón del mundo. Sobre su moto, Álex cuenta que "lo que marca la diferencia entre Ducati y Honda es que para mi forma de pilotaje, una es peor y la otra es mejor. Yo piloto mejor con la Ducati, me viene mejor por estatura y esas cosas".
Pese a que la suerte no le he acompañado del todo en estas primeras carreras, el catalán ya ha logrado cosas importantes en este arranque de curso; en Argentina firmó su primera pole con Ducati y también se estrenó en el podio sobre la Desmosedici, y tras haber completado los cuatro primeros grandes premios del año, el menor de los Márquez se ha consolidado en la décima plaza de la general con 41 puntos.
El #73 cree que "hemos empezado bien y podemos conseguir grandes cosas, ¿por qué no? Soñar es gratis", y no duda en mencionar el nombre de su hermano cuando le preguntan por sus candidatos al título esta temporada: "Para este año los favoritos son el campeón, que es Bagnaia, Quartararo, y luego está Marc. Tendrían que ser los tres que marquen la diferencia. Meto a mi hermano porque quedan muchos puntos en juego, esto puede dar muchas vueltas".
Va @marcmarquez93, @alexmarquez73 cuadrad con el bueno de @danimartinezweb una vista a esa piscina 😜😂 #MartínezYHermanos pic.twitter.com/5OQdJ9c8MH
— #0 por Movistar Plus+ (@cero) May 4, 2023
Él, por su parte, prefiere ir "de tapado", dando algunas sorpresas a lo largo del año: "Yo tengo que ser el tapado, el que aparece por ahí de vez en cuando, sumando sin hacer mucho ruido y de repente… el zorro", afirma entre risas el dos veces campeón del mundo.
Durante su charla en el programa de Movistar, Álex Márquez revela una anécdota que le sucedió en 2019, cuando se llevó el entorchado de Moto2. Con la temporada ya terminada, el piloto español fue recibido por el Rey Felipe VI en el Palacio Real, un acto que acabó convirtiéndose en un momento de 'tierra trágame' para el de Gresini, que estuvo a punto de desmayarse fruto de los nervios y el cansancio acumulado tras tantas celebraciones.
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Cuando le preguntan si alguna vez ha roto el protocolo durante un evento, Álex regresa a 2019, "delante del rey, el actual. En la Casa Real, nos hicieron una bienvenida después de ganar. Tengo que decir que llevaba mucho tute, había ganado el mundial, entrenos... No me salté el protocolo porque no fue con las cámaras, pero nos quedamos solos, hablando, yo ahí plantado con mi corbata, mis padres detrás. Yo me giro a mi madre y le digo 'me caigo', empiezo a desabrocharme la corbata delante del rey, porque me caía, y la siguiente fue sentarme en el suelo. Y el rey diciéndome '¿qué te pasa, qué te pasa?' (risas). Yo diciéndole 'nada, nada'... todos se fueron sin tomar nada y a mí me dieron algo para beber tranquilamente", remata su anécdota el catalán.
