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Kevin Schwantz ha sido, es y será una leyenda de MotoGP. El piloto americano está en el Gran Premio de casa, en Austin, para disfrutar del que sigue siendo su “deporte favorito”, ha dicho en declaraciones recogidas por GPOne. Mucho han cambiado los tiempos, las motos y los pilotos, dice, pero sigue manteniendo el mismo amor por el motociclismo y la competición.
El expiloto estadounidense ha desvelado su percepción sobre cómo ha cambiado el festival de MotoGP desde que él competía y se retiró a mediados de los años 90. “Ha cambiado todo, absolutamente”, cree Kevin, que menciona que “básicamente sigue siendo el mismo deporte en el que corrí, crecí y luché, amándolo siempre con locura. Pero todo ha cambiado: las motos, los monos, la seguridad, todo”.
También piensa “en lo mejor” y cree que “ver carreras de motos siempre es mejor que ver a alguien sentado en un coche que solo mueve el volante. Las motos para mí siguen siendo las que amaba de niño, todavía me encanta montar. Y puedo. En MotoGP todo evoluciona y cambia, a veces para bien, a veces para mal”, confiesa.
En sus años había pocos líderes como él, Rainey o Lawson. Incluso hace unos pocos años en MotoGP sucedía lo mismo. Hoy no, hoy puede ganar cualquiera, cree el expiloto: “Ahora puedes tener 22 héroes. Diría que es obvio que las motos han mejorado mucho, ya que los pilotos han evolucionado. Probablemente estén más entrenados y sean más fuertes que nosotros en nuestro tiempo”.
Confiesa creer que “las motos se han vuelto sofisticadas y requieren que no cometas un error mientras las llevas. No digo que sea fácil, pero seguro que se volvió más fácil que cuando yo pilotaba. Es por eso que en ese momento había diferentes de seis segundos por vuelta”.
Sus triunfos tienen mucho que ver con Suzuki y la época de dominio japonesa, que parece haber terminado ya. Por eso Schwantz es alguien con criterio para hablar: “Creo que la forma japonesa de hacer las cosas debe cambiar. Los europeos siempre han sido más flexibles, eligen un camino, pero están dispuestos a cambiarlo. Prueban nuevas cosas diferentes. Los japoneses son diferentes, se mantienen firmes en sus posiciones. Suzuki había hecho una gran moto, pero tenía ingenieros que experimentaban mucho a la europea. Para mí ahora en Italia saben cómo hacer las mejores motos, no hay duda”.
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Y el deseo más inesperado de Schwantz, subirse a una MotoGP… Pero, ¿a cuál?: “Me gustaría mucho probar la Ducati de Pecco. Por supuesto, Ducati tiene ocho motos en pista, tiene muchos datos para trabajar y la mejor moto. Aprilia también hizo un gran trabajo y ahora lo harán aún mejor con cuatro pilotos. En la primera carrera realmente pensé que las RS-GP podían ganar”.