 Redacción @todocircuitoweb |
A Joan Mir se le ha hecho corta, muy corta, su primera pretemporada con Honda. El piloto balear sólo ha podido subirse a su nueva RC213V a lo largo de seis días repartidos entre Cheste, Sepang y Portimao, un rodaje insuficiente para que el #36 comprenda todos los secretos de un prototipo que todavía no parece estar a la altura de las fábricas italianas, sin dudas las grandes referentes del momento.
El ex de Suzuki se marchó del último test de Portugal clasificado como la mejor Honda de la parrilla, pero lo hizo lejos de los mejores, con una 13ª posición y una brecha de casi ocho décimas con Pecco Bagnaia que demuestra todo el trabajo que todavía tiene por delante sobre la RC213V.
Mir no sólo tiene que adaptarse al cambio de un motor cuatro en línea como el que tenía su GSX-RR al V4 de la Honda; pasar de una MotoGP a otra supone un proceso de aprendizaje de nuevas estrategias, especialmente a la hora de ajustar todos los dispositivos y ayudas que equipan estas motos, cada vez más avanzadas tecnológicamente y también más complicadas de gestionar, obligando al piloto a desviar parte de su atención mientras pilota.
Entre los nuevos desafíos a los que Mir se ha encontrado en Honda, destaca la configuración de la moto segundos antes de arrancar una carrera; el #36 habla de "pesadilla" a la hora definir todo lo que ha tenido que aprender para poder ajustar la moto antes de que se apague el semáforo, y eso incluye el ajuste de ambos dispositivos de altura, la gestión del launch-control, del mapa motor y del resto de elementos electrónicos que intervienen en estos primeros metros de la carrera.
"A la hora de memorizarlo todo ha sido una pesadilla, porque tenemos que hacer muchas cosas con el dispositivo delantero", dijo Mir en Portimao, en unas declaraciones recogidas por Autosport. "Luego tienes que meter punto muerto, que no es igual que en una moto de calle, luego parar, poner el launch-control, comprobar que todo está bien, y luego sales", explica el balear.
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Antes de su cambio a Honda, Joan tenía perfectamente memorizado todo este proceso con la Suzuki, pero al cambiar de fábrica, el procedimiento también varía, y ahora debe aprenderlo de nuevo si no quiere fallar en el próximo Gran Premio de Portugal, el primero de la temporada: "Es complicado porque en la Suzuki todas estas cosas las hacía de un modo diferente. Y cambiar es complicado. Al final es cuestión de tiempo. Cuando lo haya repetido en la quinta carrera de la temporada, ya me saldrá de forma automática".
Por suerte para Mir, en Honda se ha encontrado con algunas rostros conocidos de Suzuki, entre ellos el de Ken Kawauchi, anterior jefe técnico en el equipo de Hamamatsu y en la actualidad máximo responsable del área técnica de HRC. Para el español, tener a Kawauchi al lago es algo "genial" que le aporta "confianza", recordando que "en Suzuki logramos resultados increíbles juntos, y tenerle aquí es algo grandioso. Estoy agradecido de poder vivir todo esto junto a él. Creo que puede hacer un buen trabajo como ya hizo en Suzuki".
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Obviamente, después de sólo dos meses y medio trabajando en el Repsol Honda Team, la simbiosis con el resto del equipo todavía no es perfecta, por eso Mir pide tiempo para que él y Kawauchi logren una buena sintonía: "Necesitamos un poco de tiempo, tanto él como yo, para entenderlo todo y conocer al equipo. Creo que vamos por el buen camino", sentencia Joan.
