 Redacción @todocircuitoweb |
Ya sabemos que cuando a un coche eléctrico se le muere la batería, el reemplazo no suele ser barato precisamente. Qué mejor manera de reutilizarlo y darle una segunda vida más útil que reconvirtiéndolo a un gasolina puro y duro, o más bien un transformer. Apañó el motor de una Kawasaki ZX-10R que tenía por el garaje y creó un auténtico transformer de cuatro ruedas. Eso sí, con un sonido impresionante.
Es lo que ha hecho un joven ingeniero a cuyo coche eléctrico se le acabaron las pilas. En concreto tenía un Nissan Leaf 100 % eléctrico con el que no podía hacer ni unos pocos kilómetros por el deteriorado estado de la batería del vehículo. El trasplante luce brutal, un Nissan Leaf fuera de serie.
Lo mejor de todo es que ha aprovechado lo mejor de los dos mundos: el poder eléctrico y el poder de la gasolina del motor tetracilíndrico de la Kawasaki. Ha mantenido algunas partes del sistema eléctrico que le permiten arrancar el coche y andar unos pocos kilómetros hasta que el motor de gasolina entra en marcha.
El motor en concreto es el tetracilíndrico de 1.000 cv que, junto con los motores eléctricos rinde la friolera de 280 CV a 13.000 rpm. Una auténtica bestia de la carretera reconvertida que incluso no duda en meter al circuito. También lo ha tuneado a su gusto, bajando las suspensiones, cambiando las llantas por unas de corte deportivo e instalando unas enormes tomas de aire en las ventanas.
Y es que como el motor se encuentra en el maletero del vehículo, necesita ventilación para respirar en el habitáculo. Así que unas salidas de aire en las ventanas traseras para refrigerar el motor solucionan la papeleta. Una vez en el interior, como puedes comprobar en el primer minuto del vídeo, el sonido es el típico del cuatro cilindros de Kawasaki, pero encerrado en un cuatro puertas.
Por si fuera poco, también le ha puesto una palanca de cambios secuencial al coche. El acelerador también ha sido modificado junto con la botonera principal, que puede cambiar al modo eléctrico manualmente. Una auténtica virguería propia de un ingeniero que tiene mucho tiempo libre.
A lo largo del vídeo el youtuber va explicando toda la preparación, cómo hizo el trasplante del motor, la moto que tenía parada en el garaje de casa y hasta los track days que se marca en el circuito con el coche japonés. Es raro, pero totalmente utilizable, y en la última parte se puede ver cómo tracciona en circuito. Y es que ahí va otro detalle: es tracción a las cuatro ruedas, que junto con el motor de Kawasaki, lo convierte en un arma mortal.
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Aquí tiene sal vídeo, ponte unos cascos para disfrutar del ronroneo del motor tetracilíndrico de Kawasaki dándolo todo:
