 Redacción @todocircuitoweb |
Remy Gardner no quiere hacer leña del árbol caído. Pese a su amargo paso por MotoGP dentro de las filas del Tech 3 KTM, el que fuera campeón del mundo de Moto2 en 2021 prefiere hacer borrón y cuenta nueva, olvidando lo ocurrido el año pasado para afrontar con ambición su nuevo reto en el paddock del WorldSBK.
El hijo de Wayne Gardner competirá en 2022 dentro de las filas del equipo satélite GRT Yamaha, donde compartirá box con otro piloto que también debuta en este campeonato, el dos veces campeón de Supersport, Dominique Aegerter, con el que ya tuvo la oportunidad de compartir pista el pasado mes de diciembre con dos jornadas de entrenamientos privados en Jerez marcadas por una mala climatología.
Aunque todavía tiene mucho camino por delante hasta entender todos los secretos de su nueva YZF-R1, Gardner confía en su velocidad y talento para ser competitivo en el WorldSBK. Atrás deja un 2022 que fue "realmente complicado" según ha confesado en una entrevista recogida por GPone.com, un curso en el que hizo "lo mejor que pudo" y en el que intentó "cambiar algunas cosas" dentro del equipo Tech 3, "aunque lamentablemente no se pudo hacer nada, al final las cosas salieron así, y hoy estoy en Superbikes", argumenta el de Sídney.
El paso de Remy por MotoGP fue fugaz; el australiano ascendió a la categoría reina con los galones que recibe todo un campeón del mundo de Moto2, pero lejos de consolidar su asiento en el equipo de Hervé Poncharal, su relación con KTM se fue deteriorando con el paso de los meses hasta verse fuera del equipo ya con la temporada muy avanzada, sin posibilidad de encontrar otro asiento en MotoGP.
Ahora que su salida del campeonato se ha hecho efectiva, Gardner cree que "quizás merecía una segunda oportunidad, y de haberla tenido, la habría firmado para dar el 100%, como hago siempre. Soy un piloto que siempre intenta dar lo de mejor de sí mismo, aunque quizás me hicieron un favor al final", matiza un Remy Gardner al que le resultó imposible ser competitivo sobre la RC16.
Did anyone say #mondaymotivation? ✊ Take me a camera 🎥, there we finally have Domi and Remy’s first ever run in GRT colors and we cannot wait for the next test to come 🤪 @WorldSBK @yamaharacingcom @GardnerRemy @DomiAegerter77 pic.twitter.com/cOSvhPUAWu
— GYTR GRT Yamaha WorldSBK Team (@GRTYamahaWSBK) January 9, 2023
El piloto de 24 años prefiere pensar en su futuro, vinculado ya a Yamaha. No obstante, según cuenta Gardner, este 2023 lo podría haber pasado vestido de rojo en el WorldSBK de haber aceptado la oferta que Ducati le puso sobre la mesa: "Ducati me buscó para correr en Superbikes. Hablé con Serafino Foti (team manager del Aruba.ir Racing Ducal), fue una conversación muy interesante. Al final, sin embargo, elegí Yamaha, porque después de todos los problemas que tuve en 2022, me dieron a entender que me querían, y me ofrecieron un contrato mucho más simple y claro".
Pese a que Ducati le ofreció subirse a la moto que este año se ha llevado el título mundial gracias a la velocidad de Álvaro Bautista, Gardner no veía del todo claro el proyecto que le estaban ofreciendo los de Borgo Panigale, y vio más posibilidades en la vía que le ofrecía Yamaha, quizás pensando en un futuro salto al equipo oficial junto a Toprak Razgatlioglu.
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"Ducati también me quería, pero no eran tan concretos", dice Remy al respecto. "Me habrían recolocado en alguno de sus equipos satélite. En Yamaha encontré una gran convicción, fue bonito ver a un miembro del equipo de fábrica decirme 'te queremos, aquí tienes el contrato, vamos a hacerlo realidad'", argumenta el australiano, cuyo objetivo a medio plazo no es otro que asegurarse una moto de fábrica en Superbikes, quizás la de Razgatlioglu si el turco acaba saltando a MotoGP en 2024.
