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Era un secreto a voces que el hijo del legendario piloto japonés Norick Abe, Maiki, era todo un diamante en bruto, siguiendo los pasos de su padre. Ya le pudimos ver a mediados de este año entrenando en el rancho de Valentino Rossi en la 11ª edición del exclusivo VR46 Master Camp. Allí demostró buenas dotes, pero ya venía de despuntar en competiciones nacionales y su carrera apunta a meteórica.
Ahora el apellido Abe se perpetuará de nuevo en la escena mundial, ya que Maiki Abe, que ahora tiene solo 17 años, saltará al WorldSSP con Yamaha. El equipo VFT Racing de Fabio Menghi fichó a Nicholas Sninelli para Supersport en 2023, y han preparado una segunda R6 para Maiki, que debutará la próxima temporada en el campeonato mundial por primera vez.
Así, el legado de Norick queda en manos de su hijo, en quien Yamaha confía para continuar su proyecto. El joven piloto lleva ligado a la marca de Iwata desde sus albores competitivos en la categoría All Japan 600, donde seguirá compitiendo a tiempo completo durante este año, así como se ha asegurado un wild card para el Asia Road Racing Championship, en Sugo. Desde luego que no será por oportunidades.
Maiki también representó a Yamaha en las 8 Horas de Suzuka, así que ahora, a los 17 años, tiene la oportunidad de saltar a la internacionalidad, pero sin dejar los campeonatos autóctonos japoneses.
Norick Abe fue una de las promesas mundiales del motociclismo que se marchó antes de tiempo tras fallecer en un accidente de tráfico cuando circulaba en moto por la ciudad de Kawasaki. A pesar de pasar gran parte del año fuera de su país natal, Norifumi dejó a dos hijos. Además de Maiki, Keito, quien también está involucrado en el mundo de la competición y sigue los mismos pasos que padre y hermano.
Quien se encargó de Keito y Maiki en términos competitivos fue su abuelo y padre de Norifumi, Mitsuo, también expiloto de motociclismo que ha ido guiando a ambos hasta llegar a la escena mundial. El abuelo acompañó incluso a Maiki este pasado verano a Italia, al rancho de Rossi en Tavullia, donde se codeó con pilotos del Mundial como Marco Bezzecchi o Franco Morbidelli. Las impresiones que dejó fueron bastante buenas.
Curiosamente, el propio Valentino Rossi se apodó a sí mismo Rossifumi. Una fórmula adaptada al nombre de Norifumi, a quien muchos pilotos tenían como referente no precisamente por sus pocas palabras en el paddock, sino por sus hazañas a bordo de la moto, dignas de un maestro, y entre ellos, Rossi. Sin embargo, el destino arrebató a Abe de la escena mundial de forma tempranera, y ahora sus dos hijos parecen tomar el testigo de la manera más férrea posible.
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Ahora, al equipo al que va a parar, el VFT Racing, será compañero del tres veces campeón de Italia de Velocidad (Moto3 y Supersport), Nicholas Spinelli. Junto con la segunda R6 concedida a Maiki, ambos se subirán a la moto de 600 de cuatro cilindros en línea y serán liderados por Fabio Menghi, expiloto y actual manager del equipo.