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 Por John Fernández @johnnyfumi |
En la fábrica de Honda en Japón se están poniendo las cosas serias. Los resultados siguen siendo una debacle muy lejos de la quimera por recuperar la senda perdida con Marc Márquez. Y es que el nombre del piloto de Cervera es el único que parece valer dentro del box a la hora de reglar los ajustes y crear una moto competitiva... Podría decirse que es una moto hecha a su justa medida. Y no es algo que se diga a la aventura: ya hemos escuchado a muchos pilotos quejarse de lo mismo: Bradl, Espargaró, Nakagami, incluso su hermano Álex.
Es algo que ya se llevaba diciendo años atrás por los otros pilotos eclipsados por Márquez. Pero como sus resultados seguían siendo ganadores y continuaban dando mundiales a Honda, pocos parecían preocuparse por ellos.
Siempre ha habido un vencedor y un vencido. Hasta que el caballo ganador de los japoneses se ha lesionado y se han dado de bruces contra la realidad: la ruina de puntos de la fábrica tokiota es una realidad muy lejana a solucionarse.
Y sobre ello, alguien que conoce muy bien la situación es Jorge Lorenzo. Antes de que estallase esta 'bomba' en Honda, él ya sufría en sus propias carnes la diferencia de trato dentro del box del Repsol Honda Team. El 99, ahora retirado, cree que es un hecho que "Honda está en el peor momento de estos últimos años", tal y como corroboró a los micrófonos de DAZN en la pasada retransmisión del GP de Austria, de la que forma parte como colaborador.
Para el mallorquín, "la diferencia es que no está Marc", no que "los otros pilotos no hayan empeorado muchísimo los resultados", explica. El mallorquín confía en que "Marc, estando al 100 % físicamente con esta moto, seguiría marcando la diferencia y luchando por el Mundial", incluso con cualquier moto, dice: "Con la Honda, la Ducati y cualquier moto hubiese ganado. Ahora se han dado más cuenta porque a nadie le gusta terminar fuera de los puntos o en el top 10".
Sin embargo, ratifica lo que otros pilotos ya han venido lamentando hace tiempo. A Lorenzo le gustó la RC213V a la que se subió en Valencia 2018: "La moto no iba mal, hice creo que 7º o 9º y 4º en los entrenamientos siguientes de Jerez". Sus sensaciones fueron muy lejanas a lo que esperaba una vez probó la moto de 2019: "Luego probé esa 2019 y esa moto no giraba, no frenaba... En cambio, Marc hizo el mejor campeonato de toda su carrera. Entonces qué puedes decir".
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Aunque aquello no fue más que la bomba que detonó su retirada, para Lorenzo esa moto era impracticable en otras manos que no fuesen las de Márquez: "Yo vi que esa moto tenía muchos problemas para dar confianza al piloto. Me caía mucho, no tenía confianza delante, cuando forzabas un poco más adelante se te iba sin avisar... Ya dije que la moto era muy complicada, pero como Marc ganaba siempre...".
