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Jorge Lorenzo sigue MotoGP desde el ruedo. Su posición de comentarista con DAZN le permite disfrutar del motociclismo de otra manera muy diferente; desde la comodidad del micrófono. Atrás quedan sus cinco títulos mundiales, tres de MotoGP con Yamaha, 68 victorias y 152 podios.
Por su trabajo como comentarista no pierde comba de lo que sucede en la categoría reina. En una reciente entrevista al medio Cycleword, el mallorquín ha analizado la actualidad más absoluta del Mundial en la vuelta del parón estival.
Empezando por su "verdadera revelación" para este 2023: Aleix Espargaró. "La verdadera sorpresa, nadie esperaba que pudiese ganar algunas carreras", dice Lorenzo, que opina que ahora "está en una sólida segunda posición". Su principal rival es el "piloto más fuerte en términos de velocidad y mentalidad", Fabio Quartararo, y eso, a su juicio, "teniendo en cuenta que la Yamaha no es la mejor moto de la parrilla".
Para Lorenzo, Quartararo "sería invencible sobre una Ducati"... Y hablando de los de Borgo Panigale, el principal rival y exponente de los italianos en pista, Pecco Bagnaia. El italiano lleva ya varios ceros, y eso es el punto a valorar para Lorenzo: "Ha cometido muchos errores, y 66 puntos no es una buena marca, pero el campeonato todavía está abierto", aunque sabe que es "rápido" y eso lo demuestra "el gran número de pole positions" que ha culminado.
Un tema que ha cambiado mucho desde la época de Lorenzo y todos sus enemigos en pista es precisamente el de las relaciones entre los pilotos y la rivalidad. Algo que a Lorenzo no le hace especialmente gracia: "Hoy en día todos los pilotos parecen amigos", y ejemplifica con la situación actual del paddock: "Quartararo no habla con Bagnaia como yo hacía con Rossi. Pecco no habla con Martín como Rossi hablaba con Stoner". Comenta que todo eso ha cambiado, que "tienen muy buena relación".
Culpa a "Instagram y la búsqueda de likes", pero de una "buena manera para el deporte", añade. A su parecer, eso no es lo que llama la atención de los fans: "Tengo un gran respeto por todos los pilotos, pero las batallas despiadadas siempre han encendido a los aficionados". Al #99 se le viene a la cabeza la "feroz mirada de Gibernau a Valentino en Jerez 2015" o "las peleas entre Rossi y Stoner o Rossi y Biaggi".
Muy a colación de esa rivalidad, los viejos tiempos se acabaron, como la historia Rossi-Márquez el GP de Argentina en 2013. Uno de los episodios más fulgurantes en la enemistad entre el de Tavullia y el de Cervera. "Valentino fue el responsable de la caída de Márquez, pero no se disculpó después de la carrera. A Marc no le gustó. Creo que las excusas de Rossi habrían cambiado el curso de las cosas. Márquez no quería que ganara el título, no éramos amigos", comenta al respecto.
Todo eso parece que se ha volatilizado, comenta Lorenzo, momentos en los que "la rivalidad estaba en el aire", cree. Algo similar cree que se debería copiar de la F1: "La rivalidad de Lewis Hamilton contra Max Verstappen o Verstappen contra Leclerc es tangible. Se puede ver todo delante de las cámaras".
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Rememorando viejos tiempos, echa la vista atrás en su etapa en Yamaha junto a Valentino Rossi. Un sincero Jorge comenta que fue una etapa "dura", pero que gracias a su "fuerte personalidad, probablemente me habría vencido psicológicamente porque Valentino tenía toda la atención". Pero eso tuvo una fácil solución para el español: "Todo el mundo le quería, y esto te hacía sentir muy pequeño. Ganar a Rossi con la misma moto me dio mucha satisfacción y popularidad".