 Redacción @todocircuitoweb |
Hay dos cosas que un motero nunca deja... la novia -o el novio-, y la moto. Y este vídeo demuestra el porqué de este dicho, sobre todo si te calientas al manillar de una máquina como la Kawasaki Ninja H2 y no eres consciente de lo mucho que pueden llegar a empujar los más de 220 cv de su motor de cuatro cilindros sobrealimentado.
La acción se desarrolla en EEUU, en medio de una carretera desértica de un carril por sentido; el propietario de la Ninja H2 le ha prestado su máquina a un buen amigo que nunca había tenido la oportunidad de probar una, así que tras intercambiarse las llaves de sus motos, se van de ruta.
Cuando el intrépido motorista que marcha sobre la H2 encuentra vía libre, intenta levantar la rueda delantera del suelo a base de gas, algo realmente fácil en esta bestia de dos ruedas.
Al primer contacto con el acelerador, la rueda delantera empieza a despegar de forma dócil, de hecho parece que el motorista tiene la situación bajo control, pero un segundo después gira de nuevo el acelerador y la máquina de Akashi le demuestra el porqué de su indomable carácter y se descontrola.
Cuando la rueda delantera vuelve a tocar el suelo, llega el desastre más absoluto: el motero sale despedido del asiento y ambos enfilan hacia un poste telefónico ubicado en el lateral de la carretera. Por suerte, cuando golpean el poste lo hacen ya a poca velocidad, y es entonces cuando el motorista rompe a llorar al darse cuenta de que ha destrozado una moto valorada en más de 30.000 euros.
El propietario, lejos de recriminarle nada, lo primero que hace es interesarse por su integridad física, repitiéndole en varias ocasiones que los daños de la moto es lo que menos le preocupa en ese momento.
De hecho, el propietario del canal, Maxy's Daily Madness, es conocido por sus trabajos a la hora de recuperar motos destrozadas, así que lo ocurrido con la H2 le servirá para añadir más contenido y vídeos en el futuro.
Desde luego, pocos habrían reaccionado así después de ver su sueño destrozado en pedazos. Aunque, como él mismo dice, la moto se reconstruye, pero un colega, no.
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Te dejamos con los dos vídeos que ha colgado: primero el del accidente, de 10 segundos de duración, y después otro vídeo grabado instantes después de la caída:
